Asetur 18 Febrero.2014 | Page 35

esos momentos y su cuerpo suplicante cayó sobre un charco de sangre. El joven Ovando enloquecido tomo su daga de cinto y de un tajo le corto el cuello al irreverente. mitigar su dolor con la bebida y mucha veces se vio en la necesidad de cruzar el puente a altas horas de la noche. En un día lluvioso se fijó en una mujer a la entrada del puente que pedía limosna. Hubo luto riguroso en la casa de los Ovando durante varios días. - Por la sangre de Cristo Señor, deme una moneda- dijo la fantasmal figura. -Mujer necia, ¿Qué hora es esta de pedir a la entrada de mi puente? -¿No me reconoces padre?- dijo la voz de ultratumba –pido limosna y pediré a tu descendencia hasta el fin del mundo, por cuanto fui muerta a manos de mi propia familia. - ¿Quién eres... ser del mal? – replicó el anciano horrorizado. - ¡Mírame! – ilumino un relámpago la figura. -¡No! Esto no es verdad. El hijo se salvó de la cárcel porque se dijo que fue un crimen de honor. Pero ni todo su dinero fue capaz de liberarlo de la venganza de la familia del pretendiente, tiempo después lo liquidaron cuatro hombres en un callejón. Más triste fue la historia del padre. Ovando era un buen hombre y amaba a su hija. Tras de su muerte trato de 34