Creo que este punto es difícil para muchos, no estamos acostumbrados a
asumir nuestros propios actos o incluso el orgullo nos impide PEDIR PERDÓN, el orgullo es en esencia una
auto-adoración, incita a la persona a
valorarse demasiado, creyéndose capaz de hacer cualquier cosa por encima de los demás e incluso de sus
propias capacidades, esto implica que
diferentes personas orgullosas pongan en detrimento a las demás personas, debido a que piensa que sus capacidades o que su valor no equiparan
al suyo, lo que se considera arrogante.
Todos hemos escuchado alguna vez
este refrán “más vale pedir perdón que
pedir permiso” refiriéndonos a temas
,
familiar (“es mejor hacer algo en contra
del deseo de los padres y luego pedir
perdón”) o de relaciones interpersonales (“es mejor hacer algo en contra del
deseo de la pareja y luego pedir perdón”). Este refrán lo podemos relacionar en cuestiones sociales, laborales,
comerciales y familiares.
Sobre todo los jóvenes de este siglo
no medimos nuestros propios actos, y
pensamos que con solo decir “lo siento no lo vuelvo hacer” creemos que ya
resolvimos todo, pero están de acuerdo conmigo que aquella persona que
hace esto una vez lo hace muchísimas
veces más. Para ello hay que tomar-
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