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Mirada, 2019
¿Cuándo y cómo fue tu primera experiencia en el mundo de las artes plásticas?
Desde chica en mi casa me rodeaba el arte, tenía libros de arte y mis padres siempre estuvieron vinculados con el arte, por ende fue un ámbito muy habitual el de las artes plásticas. Luego cuando terminé el secundario, decidí a estudiar bellas artes ya que tenía facilidad para el dibujo y quería aprender nuevas técnicas, profesionalizarme en el ámbito artístico.
¿Qué significa para vos el arte?
Es mi forma de expresarme y vivir libremente, sin ataduras.
¿Cuándo empezaste a exponer?
Mi primera exposición fue cuando tenía 15 años. En ese entonces, mis padres, al ver la pasión que tenía por el arte me mandaron a un taller cerca de mi casa, en el barrio de San Fernando. Recuerdo que en esa muestra, presenté un grabado llamado “La creación de Adán y Eva”, la obra fue mi primera xilografía.
¿Cómo es el proceso de creación de cada una de tus obras?
En general surge naturalmente, no me siento a pensar/organizar la obra, siempre dejo a la intuición para poder volcar mi realidad en ese momento.
Basándonos en tu obra actual, tus pinturas representan a figuras humanas ¿Qué simbolizan esos personajes?
Son mis compañías, a veces son recuerdos de mi infancia. Cada personaje tiene un tratamiento especial de la piel. A su vez, los contextualizo y los presento con el contraste de las texturas rugosas con el objetivo de generar un fondo que transmita violencia. Con esto quiero expresar la ambigüedad entre la suavidad y la ternura, en contraste a la violencia que nos rodea.