Historicista
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HISTORICISMO Y ARQUITECTURA HISTORICISTA
Historicismo español: Pateón de la Duquesa de Sevillano. GuadalajaraLas
incursiones historicistas parten del enfrentamiento a la institución académica. La
crisis de la Academia en España en el S. XIX cede protagonismo a la Escuela de
Arquitectura, que con un carácter más liberal abandona del academicismo y pasa al
estudio de la arquitectura histórica.
La Escuela de Arquitectura no significó una ruptura, sino una evolución gradual
inspirada por la idea de libertad romántica y por el interés de a arquitectura
medieval.
El sentimiento nacionalista llevó a la búsqueda de la propia identidad, al deseo de
encontrar una arquitectura nacional, que pudiera identificarse con nuestro país,
nuestras costumbres y que fuera un reflejo social. Esto dio lugar a la resurrección
sobre todo de los estilos medievales. El medievalismo gozó de una gran profusión
ya que respondía a la idea de paraíso perdido a la que el espíritu romántico quería
retornar. Aunque también resurgió el plateresco, llamado estilo Monterrey y el
barroco derivado de los Churriguerra y Ribera.
La revisión del pasado nacional también tomó como referencia la
arquitectura popular, a través de la llamada arquitectura montañesa o del
estilo sevillano, y que era un reflejo fiel de las costumbres propias.
El nacionalismo arquitectónico tuvo su escaparate en las Exposiciones
Universales de la segunda mitad del S. XIX, que reservaban siempre una
"Calle de las Naciones", donde cada país acude con la arquitectura que
considera más expresiva dentro de su tradición e historia. España
construirá en ellas edificios platerescos, moriscos, regionalistas, etc. que la
representen.
A pesar de los diferentes estilos que se desarrollaron en la Edad Media, el
Gótico ocupó un papel principal frente al románico y al bizantino. Esto
ocurrió debido al compromiso de la arquitectura con la religión, ya que
aquellos, en aquella época, se pensaba que eran estilos descendientes del
arte pagano, mientras que el gótico no debía nada al paganismo.
Además de la arquitectura como patria y de la arquitectura como religión
hubo también una arquitectura comprometida consigo misma. Esta
tendencia veía en los edificios medievales principios de racionalidad y
funcionalismo. Viollet-Le-Duc y su escuela se sitúan en esta corriente.