ARQUITECTURA SIGLO XIX ANTOLOGÍA | Page 67

Historicista Publicación de internet HISTORICISMO Y ARQUITECTURA HISTORICISTA Historicismo español: Pateón de la Duquesa de Sevillano. GuadalajaraLas incursiones historicistas parten del enfrentamiento a la institución académica. La crisis de la Academia en España en el S. XIX cede protagonismo a la Escuela de Arquitectura, que con un carácter más liberal abandona del academicismo y pasa al estudio de la arquitectura histórica. La Escuela de Arquitectura no significó una ruptura, sino una evolución gradual inspirada por la idea de libertad romántica y por el interés de a arquitectura medieval. El sentimiento nacionalista llevó a la búsqueda de la propia identidad, al deseo de encontrar una arquitectura nacional, que pudiera identificarse con nuestro país, nuestras costumbres y que fuera un reflejo social. Esto dio lugar a la resurrección sobre todo de los estilos medievales. El medievalismo gozó de una gran profusión ya que respondía a la idea de paraíso perdido a la que el espíritu romántico quería retornar. Aunque también resurgió el plateresco, llamado estilo Monterrey y el barroco derivado de los Churriguerra y Ribera. La revisión del pasado nacional también tomó como referencia la arquitectura popular, a través de la llamada arquitectura montañesa o del estilo sevillano, y que era un reflejo fiel de las costumbres propias. El nacionalismo arquitectónico tuvo su escaparate en las Exposiciones Universales de la segunda mitad del S. XIX, que reservaban siempre una "Calle de las Naciones", donde cada país acude con la arquitectura que considera más expresiva dentro de su tradición e historia. España construirá en ellas edificios platerescos, moriscos, regionalistas, etc. que la representen. A pesar de los diferentes estilos que se desarrollaron en la Edad Media, el Gótico ocupó un papel principal frente al románico y al bizantino. Esto ocurrió debido al compromiso de la arquitectura con la religión, ya que aquellos, en aquella época, se pensaba que eran estilos descendientes del arte pagano, mientras que el gótico no debía nada al paganismo. Además de la arquitectura como patria y de la arquitectura como religión hubo también una arquitectura comprometida consigo misma. Esta tendencia veía en los edificios medievales principios de racionalidad y funcionalismo. Viollet-Le-Duc y su escuela se sitúan en esta corriente.