Ecléctico
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ARQUITECTURA ECLECTICÍSTA PLENA
En este periodo, entre 1880-1910, la rica burguesía viguesa
sigue demandando edificaciones de suntuoso lenguaje
ecléctico, que serán conocidas por el nombre de su
propietario, llevando incluso muchas de ellas las iniciales del
propietario inscritas en los elementos graníticos de coronación
de las fachadas, como símbolo de prestigio personal. El
eclecticismo que mostrará Alejandro y Domingo Rodríguez
Sesmero, se vuelve cada vez más complejo y elaborado con
el trabajo de estos técnicos, aumentando notablemente la
variedad de sus componentes ornamentales y la libertad
interpretativa. Con la presencia de Jenaro de la Fuente
Domínguez y Michel Pacewicz se consolida en la ciudad de
Vigo un eclecticismo internacional de influencia francesa. La
influencia que ejerció París en este período fue notable en la
arquitectura española, manifestándose también con claridad
esta atracción en la burguesía local. La presencia en Vigo del
técnico francés Michel Pacewicz introduce un eclecticismo
afrancesado en el ensanche de la ciudad. Este eclecticismo,
respondía a las necesidades de las clases acomodadas
locales en su deseo de distinción y diferenciación social.
La arquitectura de este período se caracteriza por una gran preocupación por la presentación y tratamiento
de las fachadas, en detrimento de una menor preocupación por la distribución interior de las plantas que
podían presentar problemas de ventilación e higiene. Se dará un trato preferente a las fachadas se que
sitúan en las calles principales aumentando en las mismas la ornamentación. Proliferan en esta época las
galerías de fundición que alcanzan una gran difusión a partir de la década de 1870, llegando a incorporarse
a edificios que se proyectaron sin su presencia. Cumpliendo la función de mirador y de nuevo elemento
compositivo en el diseño de las fachadas. La carpintería de puertas y ventanas se refina en esta época, en
la que los artesanos locales hacen el tallado basado en el diseño de la fachada. En este periodo, finales del
Siglo XIX y principios del XX, aparecen influencias historicistas con las obras de Jenaro de la Fuente,
Michel Pacewicz, Manuel Felipe Quintana y Benito Gómez Román. La variedad de lenguajes serán fuente
de inspiración para el arquitecto que se mueve con libertad en el historicismo y en el eclecticismo clasicista.
Jenaro de la Fuente Domínguez muestra una mayor preocupación por la decoración, presentado un
esquema repetitivo y tradicional de composición. Sus fachadas se caracterizan por una ordenación
simétrica con falta de movimiento que se compensa con una gran seguridad en el empleo del repertorio
ornamental.
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