Art Nouveau
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LA ELEGANTE PRETENSIÓN PORFIRIANA
En México el art nouveau se desarrolló como parte del repertorio de estilos arquitectónicos y artísticos
importados por la sociedad porfiriana, que buscaba, por medio de estos, ponerse a la vanguardia y altura
de los países europeos; en un México que se abría al capital extranjero, buscando la industrialización y
modernización de las principales ciudades del país.
En arquitectura el arte nouveau, no se dio puro en México, fachadas neoclásicas se decorarían con motivos
y herrerías fitomórficas, abrigando esplendidos interiores modernistas nouveau.
Entre los edificios más significativos de esta corriente, destaca el Gran Hotel de la ciudad de México
antiguo Centro Mercantil, realizado entre 1896 y 1897 por los ingenieros Daniel Garza y Gonzalo Garita,
cuyo exterior es neoclásico, pero cuyo espectacular interior esta coronado con un espléndido domo
acristalado colocado en 1908 por Jackes Guber. La magnífica herrería que luce el interior, maneja una serie
de motivos fitomórficos y líneas entrelazadas de estética modernista, que decoran tanto las balaustradas
como el espléndido elevador.
Gran Hotel de la Ciudad de México
Casa Guanajuato
Pero una de las obras más ambiciosas del porfiriato sería la construcción del nuevo Teatro Nacional,
encargada al arquitecto italiano Adamo Boari. El Palacio de Bellas Artes, como finalmente se le bautizó,
se comenzó a construir en 1904, en base a una armazón de metálica que se fue recubriendo de mármol
de Carrara. El exterior del teatro fue diseñado con múltiples motivos nouveau, columnas con capiteles
fitoformes, esculturas de mujeres con posiciones serpenteantes, cabezas de águila con alusiones al
pasado indígena, etcétera. Sin embargo, la obra se detuvo debido al estallar las luchas revolucionarias y
no fue sino hasta 1931 que las obras se reanudarían, bajo la dirección del arquitecto Federico Mariscal.