Argumentos Socialistas Nº 3 Noviembre - Diciembre 2013 | Page 39
independencia? Para muchos, sí. El contenido de la decisión está claro. Se trata de crear
un nuevo Estado en Europa. Pero no todos piensan igual; si repasamos lo ocurrido en los
últimos días vemos que hay tres sectores diferenciados. Por un lado están los que
apuestan por el independentismo; por otro los que
consideran que no ha lugar ninguna consulta. Pero
Es imprescindible que
las izquierdas españolas existe también un sector importante de votantes
democristianos de Unio Democrática, de votantes
y catalanas, políticas y
sindicales, den una
socialistas del PSC y de poscomunistas de Iniciativa,
batalla a favor del
al igual que muchos ecologistas o sindicalistas, que
federalismo.
pueden preferir un modelo federal al inmovilismo o a
la secesión. Pueden apostar por el federalismo. Se
trata de articular esa posición sin asumir que el choque de trenes es inevitable.
Es una posición que hoy es minoritaria porque los independentistas proclaman que es
imposible la España federal; que no hay federalistas en España; que esa opción ha sido
sobrepasada por los acontecimientos, y que, por tanto, tener un Estado propio es la única
salida. Los inmovilistas españoles creen que el federalismo es un artilugio que no
conduce a nada; que los nacionalismos son insaciables, y que es ganas de perder el
tiempo. Lo importante, para ellos, es sostener la unidad nacional de los dos grandes
partidos españoles y obligar a los catalanes a aceptar las reglas del juego, quieran o no.
En cuanto encuentran socialistas que comparten ese criterio, son jaleados como
encarnación del más genuino patriotismo.
La batalla, por ello, va a ser enconada, y afecta a Unió Democrática, al PSC y a Iniciativa
por Cataluña. Donde se visualiza con más claridad es en el electorado del PSC. El
Conseller de cultura, Ferran Mascarell procede del PSC; el antiguo Conseller, Ernest
Maragall, propone una lista única para las elecciones europeas, y
prestigiosos
intelectuales como Rubert de Ventos hace años que apoyan esta opción independentista.
Mientras tanto, otros electores del PSC emigran hacia Ciudadans. Se sienten mucho más
representados confrontando con el nacionalismo que en una propuesta federalista
compleja, llena de matices, donde impera la argumentación racional frente a la adhesión
emocional.
Así están las cosas, pero a pesar de todo, creo que siguen existiendo muchos electores
que prefieren algo distinto a la secesión o a la asimilación; que diferencian entre el
derecho a decidir y el contenido de la decisión. A ellos hay que dirigirse. Con la misma
claridad c on la que ha hablado Duran i Lleida, es imprescindible que las izquierdas
españolas y catalanas, políticas y sindicales, den una batalla a favor del federalismo. Sólo
la pueden dar si clarifican el modelo; si precisan los contenidos de un federalismo
cooperativo y solidario; y sobre todo, si son capaces de enmarcar el nuevo proyecto en
una lectura de la historia de España y de Cataluña. Una lectura de la historia reciente que
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