Argumentos Socialistas Nº 3 Noviembre - Diciembre 2013 | Page 37
IMPACTO
SEPARATISTAS Y SEPARADORES
Antonio García Santesmases
Catedrático de Filosofía Política de la UNED
Tras el impresionante éxito de la Diada del pasado 11 de septiembre, hay que ser
conscientes del desafío al que nos enfrentamos. Para ello, para entender la magnitud de
la movilización que hemos presenciado y poder imaginar algunas salidas, hay que hacer
un poco de historia.
La primera consideración a realizar remite a un juicio que muchos no compartirán: tanta
responsabilidad tienen los separatistas como los separadores. Se repite una y otra vez, en
los medios madrileños, que lo ocurrido en Cataluña sólo es explicable por el
adoctrinamiento realizado desde la Escuela y desde los medios de comunicación. Se
afirma igualmente que sólo es entendible por el empecinamiento de una clase política
nacionalista que ha puesto encima de la mesa
un tema que no estaba en la mente de los
ciudadanos. Y, por último, que sólo ha sido
posible por la renuncia de la izquierda a
combatir el fenómeno del nacionalismo. Son
múltiples los políticos y los analistas que
suscriben este diagnóstico. Por citar un caso
reciente, pensemos en la reciente intervención
de Esperanza Aguirre en Barcelona jaleada ampliamente por distintos medios de
comunicación.
Si queremos tener alguna claridad en lo que está pasando, hay que comenzar por saber
si este diagnóstico es acertado. Creo que no lo es, aunque pueda tener elementos de
verdad, y que es posible un relato distinto sobre lo que ha ocurrido. Comencemos por el
principio. Durante 23 años Jordi Pujol ejerce su hegemonía en el gobierno de la
Generalitat. Es en el 2003 cuando las izquierdas llegan al gobierno de Cataluña. El primer
error que se repite machaconamente viene de repetir, una y otra vez, las palabras
pronunciadas por Zapatero en el famoso mitin donde afirmaba que asumiría la propuesta
de reforma estatutaria que emanase del parl amento de Cataluña. Efectivamente Zapatero
dijo estas palabras, pero se olvida interesadamente todo lo ocurrido posteriormente. Sin
recordar los pasos posteriores, no hay manera de entender el malestar que ha cundido en
Cataluña.
Se aprobó el proyecto de nuevo Estatut con un apoyo masivo del Parlamento Catalán
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