Argumentos Socialistas Nº 3 Noviembre - Diciembre 2013 | Page 11
más, veremos caídas de los salarios reales y probablemente también nominales. Si esto
es así, la caída acumulada durante el periodo, debida a la política de DS, podría situarse
entre los diez y los quince puntos porcentuales en términos nominales y los veinte o
veinticinco en términos reales. Lo cual supone una depresión salarial desconocida en la
historia económica reciente de nuestro país. La caída en los niveles de vida de la mayoría
de los trabajadores va a ser por ello muy importante.
Pero la política de DS va a producir también otros efectos. La magnitud e intensidad de
esta política, condicionará decisivamente tanto el modelo productivo como el modelo
laboral durante la recuperación económica, llegue ésta cuando llegue. No serán
necesarias más discusiones sobre el denominado Nuevo Modelo Productivo: todo
quedará atado. ¿Cómo será el modelo productivo que se desarrolle con la recuperación
económica en un marco de devaluación de los salarios? Inevitablemente tendrá los
siguientes rasgos. En primer lugar, se caracterizará –lógicamente- por la creación de
empleos de bajos salarios. En segundo lugar, se desarrollarán especialmente los sectores
de poco valor añadido, como respuesta al inmenso aliciente e incentivo que sobre el
conjunto de la economía producirán unos salarios bajos y decrecientes. Tercero, las
empresas mejorarán poco su competitividad, al resultar desalentadas las inversiones por
la fácil ventaja de los bajos salarios. Y la ampliación de la base exportadora de la
economía será muy limitada, si es que se produce, con lo que el déficit comercial
reaparecerá y se reeditarán los estrangulamientos estructurales e históricos de la
economía española. En cuarto lugar, continuará y tal vez se agudizará el retroceso
industrial. Quinto, las desigualdades, ya hoy las mayores de la UE4, crecerán hasta
alcanzar niveles desconocidos. Y por último, la limitada capacidad de progreso de la renta
por habitante, la reducción de la base salarial, y la polarización en la distribución de la
renta, condicionarán las posibilidades de desarrollar el Estado de Bienestar, que con una
alta probabilidad tenderá a hacerse aun más raquítico.
En definitiva, todo un modelo. Y no se trata de cargar las tintas, ni de hacer
especulaciones interesadas. Todo esto ya lo hemos vivido en la anterior etapa expansiva.
No es preciso más que imaginar (o extrapolar) que sucederá con las tendencias del
periodo 1994-2007, pero en un contexto ahora de devaluación salarial.
Pero, muchos se preguntarán si hay alternativas. Determinados economistas (desde el
Banco de España y otras instituciones), que son buscados para asesorar las fuerzas de
izquierda, opinan que no las hay. Y tal vez por eso se critica tan poco y ‘con la boca tan
pequeña’ la política de devaluación de los salarios. Pero, las alternativas, claro que las
hay. Y satisfacen plenamente las restricciones y requerimientos económicos de una
situación, como la actual, caracterizada, entre otras cosas, por el fuerte endeudamiento
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Véase al respecto, “El mercado de trabajo español, motor d ??????????????????????????U?t????????????????????????????)?????????????I????????A???((??((