Epílogo
Años después me enteré por la revista Hoy, que un redactor literario
de La Quinta Rueda había vuelto a Chile tras su exilio en México. Se
trataba de un viejo compañero del liceo, y lo llamé por teléfono para concertar una cita. Hablamos algo de política y sobre todo acerca de las posibilidades de que Chile algún día se democratizara. Me fatigó algunos
minutos más con la experiencia de su exilio, y, tras pedir el tercer café,
le pregunté, si por casualidad recordaba el nombre del autor del poema
premiado, que debería haber publicado La Quinta Rueda el 18 de septiembre del año del golpe.
-Por supuesto -me dijo-. Se trataba de un poema excelente de Jorge
Teillier.
Yo tomo el café sin azúcar, pero tengo la manía de revolverlo con la
cucharilla.
-¿No recuerdas -le dije- un texto que a lo mejor aún te suena por su
título algo curioso: Retrato a lápiz de Pablo Neftali fiménez Gonzdlez?
Mi amigo levantó el azucarero y lo retuvo un instante haciendo memoria. Luego negó con la cabeza. No lo recordaba. Acercó el azucarero a mi
café, pero yo lo cubrí rápidamente con la mano.
-No, gracias -le dije-. Lo tomo amargo.