ARDIENTE PACIENCIA - ANTONIO SKARMETA | Page 82

Antonio Skármeta -Después, puede volver a casa -dijo el hombre de bigotes, mostrándole el cigarrillo a alguien que asomaba la cabeza por la ventana de uno de los dos autos sin patente, que aguardaban en la calle con el motor en marcha. -Se trata de una diligencia de rutina -agregó el joven del impermeable. -Contesta un par de preguntas y después vuelve a casa -dijo el hombre de bigotes, alejándose hacia el hombre del auto que ahora mostraba un encendedor dorado en la ventanilla. El hombre de los bigotes se agachó, y entonces el diputado Labbé con un preciso golpe produjo una fuerte llama del mechero. Mario vio que el hombre de los bigotes se levantaba avivando la brasa del cigarrillo con una honda aspiración, y que le hacía un gesto al joven del impermeable, para que avanzaran hasta el otro auto. El joven del impermeable no tocó a Mario. Sólo se limitó a indicarle la dirección del Fiat negro. El auto del diputado Labbé se fue lentamente, y Mario avanzó con su acompañante hasta el otro vehículo. En el volante había un hombre con lentes oscuros oyendo noticias. Al entrar en el coche, alcanzó a oír cuando el locutor anunciaba que las tropas habían ocupado la editorial Quimantú, y habían procedido a secuestrar la edición de varias revistas subversivas, tales como Nosotros los chilenos, Paloma y La Quinta Rueda.