Antonio Skármeta
asesinato del padre de Hamlet. Si el pobre Shakespeare no hubiera
escrito la tragedia, seguro que al padre no le pasaba nada.
-Por favor, poeta, no me enrede más de lo que estoy. Lo que yo quiero
es muy simple. Hable con la señora, y pídale que me deje ver a Beatriz.
-¿Y con eso te declaras feliz?
-Feliz.
-¿Si ella te permite ver a la muchacha, me dejas en paz?
-Por lo menos, hasta mañana.
Algo es algo. Vamos a telefonearle.
-¿Ahora mismo?
-Al tiro.
Levantando el fono, el vate saboreó los inconmensurables ojos del
muchacho.
-Desde aquí, siento que el corazón te ladra como un perro. Sujétatelo
con la mano, hombre.
-No puedo.
-Bien, dame el número de la hostería.