Las consecuencias
de no respetar estas
dos premisas ya no
serán una desvia-
ción, sino sobrecarga
y luego lesión de las
estructuras afecta-
das, como articula-
ciones, ligamentos,
músculos o tendones.
Deformación del pie por mala
distribución de las cargas.
La incidencia de lesiones producidas por defectos
de nivelado y ubicación es muy alta. Las lesiones
no siempre aparecen inmediatamente, muchas
veces son micro lesiones acumulativas que se
diagnostican cuando ya son crónicas y no tienen
curación, sino manejo paliativo.
En el deporte que nos reúne, se utilizan ramplones
en el talón externo de las herraduras en las patas.
Los jugadores, justificadamente, nos dicen que ha-
bría muchas cosas que no podrían hacer si no los
usaran. Si tenemos en cuenta el concepto enten-
dido del nivelado de la superficie de apoyo, queda
en evidencia que mientras tenga puesta la herra-
dura con el ramplón, pisará desnivelado. La con-
secuencia es la sobrecarga de las fuerzas sobre el
talón externo. Eso afecta no solo al casco en ese
lugar, sino a las estructuras internas del pie, a las
articulaciones cercanas y alejadas del pie, inclusi-
ve a los músculos y ligamentos lejanos al pie. La
adaptación a la necesidad real de usar ramplones,
es poder ponerlos cuando se necesitan y sacarlos
cuando no se necesitan. Para eso solamente hay
que hacer el agujero en la herradura y hacerle la
rosca, lo que lleva pocos minutos mas de trabajo
antes de colocar la herradura.
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Enormes
exigencias
tienen los
pies de los
caballos
de Polo
En muchos países, se prohí-
ben las herraduras que tienen
el taco incorporado fijo. Acá
siguen siendo fabricadas y uti-
lizadas.
Herradura con ramplones que NO
debiera usarse, con taco fijo
Caballos jugando con Ramplones