ANDREA VICTORIA CANO
países de América Latina, algunos de sus egresados fueron: El General
Manuel Noriega de Panamá, El General Leopoldo Fortunato Galtieri de
Argentina, El General Hugo Banzer de Bolivia, Roberto D' Aubuisson del
Servicio de Inteligencia del Salvador, el General Héctor Gramajo de
Guatemala, General Roberto Eduardo Viola de Argentina, General
Guillermo Rodríguez de Ecuador, Vladimiro Montesinos abogado militar
del Servicio de Inteligencia del Perú y el Almirante Emilio Macera de
Argentina. Hasta el 1 de Julio de 1999 habría "graduado" a 61.034
alumnos. El 17 de Enero del 2001 se inauguró el Instituto de Defensa
para la cooperación de Seguridad Hemisférica heredada de la Escuela
de las Américas.
El mayor deseo, la mayor aspiración de Rosalía sería que se fijara una
fecha de reconciliación entre los Argentinos, que se haga un gran desfile
en honor a los caídos, civiles y de la Institución que sea y todos los que
habitan ese querido país, no importa de la nacionalidad que sean, raza o
color, todos hermanados y unidos por el amor, abrasarse y que no haya
más odio ni rencor, aclaraciones o justificaciones.
Un Gran Encuentro Nacional de esta magnitud bien podría ser
organizado por la Iglesia que siempre ha sido mediadora en estos
conflictos sociales. Entonces recién cuando no haya más culpables ni
inocentes, recién cuando se termine con querer zanjar y hacer justicia
por mano propia comenzará a resurgir Argentina. Día a día se cierran
negocios, las empresas quiebran y los ciudadanos emigran a otros
países para tener nuevas oportunidades, Argentina será un país
abandonado. ¿Qué será de los argentinos, se quedaran solos con su
odio y su rencor?
Hay que hacer un viraje en la vida luchando para la superación de los
mismos argentinos y de sus hijos. ¿Servirá de algo estas palabras?
porque los argentinos ya están convencidos, porque los convencieron de
que nadie en este mundo hizo algo por sus padres y es todo lo contrario,
los argentinos no se dan cuenta de que fueron engañados como
engañaron a sus padres por una fuerza maquiavélica, por una fuerza
siniestra que se nutre de energía, del sufrimiento, de ahí que deban
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