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que necesitaba de la muerte de su objeto de estudio para mejor comprenderlo y para tener la ilusión decimonónica de poder abarcarlo en una supuesta totalidad. Comparemos esto con lo que antes reseñamos del texto de Ratier( nota * 7), cuando este autor sostiene que“[…] para nuestros antropólogos […] el indio bueno era el indio muerto”
(* 23) Bonfil, op. cit., p. 92.
(* 24) Ibíd., p. 101.(* 25) Ibíd., p. 101.
(* 26) Ibíd., p. 101.
(* 27) Ibíd., p. 102.(* 28) Ibíd., p. 103.
(* 29) Ibíd., pp. 103-104.
(* 30) Estos campos o ámbitos del esquema de Bonfil refieren a“ procesos para conservar y ampliar los ámbitos de la cultura propia, frente a la estrategia […] que pretende reducirlos y acrecentar, en cambio, los ámbitos de cultura ajena en los que el control se ejerce en forma externa”( Bonfil, op. cit., p. 106 y ss.). Además de los que discutimos aquí—“ cultura enajenada” y“ cultura impuesta”—, los otros dos ámbitos son los de“ cultura autónoma” y“ cultura apropiada”, y tienen que ver con que las decisiones que se toman sean propias, es decir, que estén a cargo del propio grupo cultural en cuestión.
(* 31) Bonfil, op. cit., pp. 104-105.
(* 32) Ibíd., p. 105.
(* 33) Bonfil continúa su discusión en este punto refiriéndose a las tres iniciativas culturales principales que los pueblos indios han opuesto a la expropiación, eliminación e imposición cultural: la resistencia cultural( pasiva o activamente) que supone la“ conservación del control sobre elementos culturales propios”; la innovación, como“ creación autónoma de recursos culturales”, al por ejemplo reinterpretar o resemantizar los hechos culturales y los acontecimientos; y también la apropiación cultural, es decir el“ adquirir control sobre elementos culturales originalmente ajenos”( op. cit., pp. 105-106). Más allá de nombrar brevemente estos procesos de resistencia, no desarrollaremos estas reflexiones de Bonfil aquí, ya que hacerlo excedería el tratamiento de la temática de nuestro trabajo.
(* 34) Bonfil los nombra y los explica en referencia a la necesidad de su puesta en juego para definir un proyecto social y alcanzarlo( op. cit., pp. 107-108); nosotros podríamos utilizar esta clasificación para analizar cómo el emergente estado-nación movilizó sus recursos en pos de la exterminación del indio. En este punto nos interesa, sin embargo, proponer ver cómo los recursos culturales de los pueblos indios estuvieron implicados en el proceso de aculturación.