Antologia de cuentos Antología | Page 22

Cuentos de Edgar Allan Poe gran cosa al Pan de los árcades. Y, sin embargo, todas estas apariencias han sido asignadas… ¡oh, perdón: serán asignadas!, por los sabios de los tiempos venideros al Ashimah de los sirios. Póngase los anteojos y dígame qué es. ¿Qué es? -¡Dios me bendiga! ¡Un mono! -Exacto: un mandril. Pero no por eso deja de ser una deidad. Su nombre deriva del griego Simia… ¡Ah, qué grandes tontos son los arqueólogos! ¡Pero… vea! ¡Ese pequeño vagabundo que corre allí! ¿A dónde va? ¿Y qué vocifera? ¿Qué dice? ¡Oh! Dice que el rey viene en triunfo, que está vestido con traje de ceremonia y que acaba de quitar la vida con su propia mano a mil prisioneros israelitas encadenados. ¡Y el canalla lo ensalza hasta los cielos por esa hazaña! ¡Atención! ¡Viene una turba igualmente desastrada! Han compuesto un himno en latín sobre el valor del rey, y lo cantan mientras desfilan. Mille, mille, mille, Mille, mille, mille, Decollavimus, unus homo! Mille, mille, mille, mille, decollavimus! Mille, mille, mille, Vivat qui mille mille occidit! Tantum vini habet nemo Quantum sanguinis effudit!. Lo cual puede parafrasearse así: ¡Mil, mil, mil, Mil, mil, mil, Con un solo guerrero degollamos a mil! ¡Mil, mil, mil, mil! ¡Cantemos otra vez mil! ¡Ohé, cantemos: 22