Ana Laura Mújica García
Marco Teórico
El problema de la obesidad infantil ha incrementado en diversos países y afecta a
la población ya que trae como consecuencia el aumento de enfermedades crónicas
y degenerativas que son una de las principales causas de muerte.
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil, y por ello se considera que es
importante tratar el tema desde la raíz, es decir desde el ambiente familiar.
Es dentro del hogar donde los niños aprenden las diversas prácticas sociales y
culturales como el lenguaje, creencias, costumbres, valores y también los hábitos
de alimentación en los cuales se centra el presente estudio.
El Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (UNICEF, 2011) menciona que un
hábito es:
Un mecanismo estable que crea destrezas o habilidades, es flexible y puede
ser utilizado en varias situaciones de la vida diaria.
Los hábitos conforman las costumbres, actitudes, formas de comportamientos
que asumen las personas ante situaciones concretas de la vida diaria, las
cuales conllevan a formar y consolidar pautas de conducta y aprendizajes que
se mantienen en el tiempo y repercuten (favorable o desfavorablemente) en el
estado de salud, nutrición y el bienestar. (p.336)
Siguiendo esta línea, Restrepo (2005), indica que los hábitos alimenticios tienen
influencia en el estado nutricional, y debido a que los niños imitan las preferencias
de su familia en cuanto a alimentación, los pa trones que siguen los llevarán a tener
riesgos o beneficios en lo que a su estado de salud se refiere. Considero que la
infancia sí es un momento crucial para aprender los buenos o malos hábitos, ya que
mediante la observación que los niños realizan y el modelamiento que brindan los
padres se crean aprendizajes relevantes para la vida.
En esta etapa de la infancia, la influencia que tiene la madre es de gran importancia,
ya que es ella quien decide qué alimentos comprar de acuerdo a su capacidad
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