Ansuz Magazine Segundo Número. Diciembre 2014 | Page 53

mantuvo a su lado, y Sirenita a pesar del sufrimiento de sus piernas siempre caminaba junto a él; todavía aún era más su dolor cuando el capitán tenía en mente a la chica que pensó lo salvó, ella lloraba en las noches escondida en la playa (Ariel al menos tenía amigos marinos y aves que la ayudaran). El capitán encontró a su amada mujer y cual cuento feliz ellos se casaron, pero Sirenita desconsolada sabía y ya enfrentaba su destino (ni el cangrejo, ni el pez, ni la gaviota, podían ayudarla) pero sus hermanas al saber del matrimonio del capitán y su prometida, fueron con ésta para entregarle un puñal mágico, con el cual tenía que matar al príncipe, para regresar a ser sirena y olvidarse de todo sus pesares. Pero no lo hizo, el amor se había convertido en sacrificio. Entonces Sirenita no se vuelve espuma de mar, pero sí hada del viento, sus nuevas hermanas le cuentan que sus lágrimas se transformarán en rocío de mañana, llevarán consuelos, y cuando hayan hecho el bien durante trecientos años, recibirán un alma inmortal y participarán en eterna felicidad de los hombres: “Has sufrido y salido victoriosa de tus pruebas, te has elevado a mundo de los espíritus del aire, depende de ti conquistar un alma inmortal por tus buenas acciones”. Y es que las dos sirenas de alguna manera vivieron felices, pero la Sirenita de Andersen nos deja la aventura de tomar las decisiones y enfrentar nuestros actos por más terribles que éstos sean. Mientras Ariel nos llena de su inquietud y alegría; ella lucha hasta lograr lo que quiere (y con tantos amigos defensores cómo no lograrlo), nos proyecta un tanto la adolescencia vivida con gran optimismo. Pero también Disney nos aporta su legado musical (independientemente del doblaje) así como la esencia del cuento original, la búsqueda de encontrarnos y de enfrentarnos a nosotros mismos. Los cuentos de hadas, que en realidad no son tan felices, son el reflejo de las épocas vividas en sus contextos culturales, son historias clásicas las cuales Disney las renueva conforme el tiempo y las necesidades de nuestra sociedad. Respete o no las historias originales, siempre permite que los personajes se queden en nuestra memoria (además de buscar la idea original si es que acaso no te convencen los finales de sus películas). Tener diferentes adaptaciones de cuentos clásicos, o no tan clásicos, en el cine nos hace indagar en las diferentes formas de crear y desarrollar nuevos conceptos y nos abre las posibilidades de buscar las raíces de estas nuevas miradas que se proyectan. Sirenita por primera vez lloró y abrazó en estado invisible al príncipe y a la Reina, para luego marcharse con las hijas del viento (mientras tanto aAriel, le dieron su beso de amor, recuperó su voz, su padre la perdonó y se casó con su príncipe, lo demás fue felicidad). 53