Ansuz Magazine Segundo Número. Diciembre 2014 | Page 29
2013, que fue la culminación de 6 meses intensivos de trabajo, “se llamó así porque abrimos
un libro y dijimos ¡ah, se oye suave!, aparte de que embonaba el nombre, porque no
teníamos si quiera la esperanza de que fuera gente, ni que nos compraran las piezas, ni que
se fuera a otros lados y terminó exponiéndose en El Paso […] nuestra única convicción era
hacer una exposición porque siempre habíamos tenido ganas de hacer una expo gigante”.
Le dedicaron todo tiempo, esfuerzo e incluso su propio recurso para crear más de 100 piezas
que fueron difíciles de colocar en alguna galería local, por lo que decidieron rentar un salón
de eventos para exponer la obra.
El impacto generado fue la captación de público nuevo, 250 personas que no se habían
visto en las exposiciones anteriores, lo cual les hizo confirmar su influencia en la sociedad
juarense; esa vez lograron pagar la renta del lugar sólo con lo que obtuvieron de las ventas
de un paquete compuesto por un pin, playera y la entrada a la exposición, lo que demuestra
que la falta de recursos no es limitante si se tiene creatividad. “