Competidores
Dentro de su ecosistema, compite por el alimento con otras especies de aves que tienen dietas similares, como el guacamayo aliverde (Ara chloropterus) y el guacamayo azul y amarillo (Ara ararauna). De hecho, con frecuencia intentan alimentarse en silencio, probablemente con el fin de evitar revelar el lugar del alimento a sus competidores. Evidentemente, al alimentarse de especies vegetales influye también en el crecimiento de la población de dichas especies, al ayudar a esparcir sus semillas. Por otro lado, hay especies con las que compiten por los huecos de sus nidos, por ejemplo, las abejas africanizadas para establecer sus colmenas, u otras aves que buscan anidar como el guacamayo jacinta (Anodorhynchus hyacinthinus), el guacamayo verde (Ara militaris), el halcón montés collarejo (Micrastur semitorquatus, el pato mandarín Cairina moschata), el suirirí piquirrojo (Dendrocygna autumnalis), el halcón murcielaguero (Falco rufigularis) y el zopilote (Coragyps atratus).
Sus depredadores son principalmente las aves rapaces, y en menor medida serpientes, jaguares, monos y otros mamíferos grandes, aunque sus huevos son vulnerables también a reptiles y mamíferos pequeños y medianos. Es indicadora del nivel de perturbación de su hábitat
Patrones de distribución de una población
La especie Ara macao cyanoptera se encuentra desde México hasta Honduras con un patrón de distribución de población agrupado; en Marqués de Comillas, Chiapas la mayoría de los registros corresponden, al menos, a una pareja de individuos y regularmente se observaron parvadas de entre 7 y 10 individuos. Sin embargo, en ocasiones se llegaron a registrar parvadas de 20 y hasta 46 individuos, generalmente, los nidos de las guacamayas se encuentran separados por más de 3 km. Los censos mensuales de la guacamaya roja realizados por lancha en el Río Usumacinta indican un pico en abundancia de las guacamayas a lo largo del río durante los meses de octubre a enero cuando están anidando, con un rango de abundancia mensual que varia de 0.3 a 4.2 ind/km mientras que en los años de abundancia se ha registrado un promedio de 1.3 ind/km., dichas variaciones mensuales y anuales en el número de guacamayas encontradas en los censos probablemente son un reflejo de su alta movilidad, lo cual complica la estimación del tamaño poblacional.