andar por ahí | martin patricio barrios ago. 2012 | Page 62

Puse The Köln concert y Dark intervals, en ese orden y, es raro que en ese orden porque es raro que escuche dos conciertos seguidos, pero tenía ganas de escuchar, no dos conciertos sino más bien mucho piano, escuchar la percusión de los martillos sobre las cuerdas, las maderas vibrando, ese sonido nostálgico y casi genético de los pianos, como si eso trajera los pianos de mi infancia, a mi vieja, seria, tocando Schumann, como si eso me trajera a mí, acostado sobre el sofá verde (sic), mirando las molduras de los tirantes del techo del living, soñando, soñando con que cuando fuera grande, soñando con aventuras descomunales, desmesuradamente románticas. Había hecho mate sabiendo que es un poco inútil hacer mate para leer o para escribir, jamás tomo ni un solo mate mientras leo o escribo. Busqué el maldito libro de Oesterheld que no puedo conseguir leer. Me tiré de panza sobre la alfombra y la lámpara de Marijo se empezó a llenar de todo tipo de bichitos: alargados, redondos, con cuernitos, cabezones, brillantes, moteados, saltarines, caminadores, de muchas patas, de alas transparentes, todos despertados por el calor húmedo de la tormenta, todos alucinados por asuntos de desove, chocando contra el papel que sonaba como un llamador de ángeles. No leí a Oesterheld. Cuando atiné a tomar el mate ya estaba frío. Los bichitos resonaban en el papel de la lámpara de Marijo y yo podía verte los ojos profundos como océanos de noche. Me fui fastidioso al balcón, como si tus ojos no fueran a venir atrás mío. Como si esperara que estés ahí, mirando la Luna del carajo que no sé si es la que está en Capricornio. Un día el alma te va a dejar afuera, me dije; como si mi pobre alma fuera capaz hacer semejante cosa. PD: La luna del carajo me siguió hasta acá, así que, si es la tuya, no está en Capricornio, sino en el balcón. Camboya, 2002 / Tailandia, 2002 / Kenia, 2004 / Perú, 2005 / Vietnam, 2002 / Malasia, 2002.