DIRECTO
Bajó la cabeza y se tomó la frente con la mano derecha
—Eso es lo que está buscando este mocoso —dijo, como para sí,
pero en voz alta—. Que me dé un ataque al corazón y me muera. .
.
Ricardo había vuelto lenta y silenciosamente a asomarse a la
puerta de la cocina. Había recogido, incluso, su camisa del suelo.
—Ahí vas a estar contento, ahí vas a estar contento —prosiguió
Clara, advirtiendo su reaparición—. Ahí sí. Ahí ya no vas a tener a
la pobre vieja imbécil controlándote, ahí vas a estar feliz. Eso es
lo que querés. Eso
La pura verdad (Roberto Fontanarrosa)