TU MIRADA.
Recorriste a cada segundo mi semblante,
Sentí tu frescura de labios lejos,
Percibí tu aroma sólidamente,
Vi tu mirada como consumió mis ojos.
Nada ni nadie puede cubrir los tuyos,
Quise resistirlo agachando mi rostro,
Fue cruel, basto, débil, perdí el control.
El reflejo de tu mirada me embrujó,
Dejé que a cada instante me mantuviera,
Así firme, seguro más que yo.
Cada que Dios me regala un día,
La convierte en ella, cuando no está,
Se va detrás de su mirada.
Cuando esta se envuelve en su diestra.
Tu mirada hace que mi corazón llore,
Para conjugar mis lágrimas después de:
Abrazarme en ti, perderme en mí, ahora
Llora conmigo y se iluminan tus ojos después.
Tu mirada consume mis lágrimas,
Teniéndote cerca, lejos, más cerca, más lejos, me da lo
mismo, tu mirada me da paz.