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GLADYS KARINA SÁNCHEZ JUÁREZ
Retos y perspectivas de las organizaciones del comercio justo.
Desde que se constituyó FLO, su estructura administrativa y de organización
ha tenido, en cierta medida, algunos cambios, en tanto que, cuando inició
el sistema, no contaban con instituciones consolidadas, sólo se trataba de
establecer relaciones entre los importadores y los productores bajo algunas
consideraciones para establecer sus convenios comerciales, por lo mismo, los
productores sólo tomaban decisiones en el momento de firmar un contrato;
sin embargo, con el paso del tiempo el sistema se institucionalizó, y como
consecuencia, se formaron núcleos de dirección; por tanto, se hizo necesario la
definición de los actores que debían tomar decisiones dentro de la institución.
En este segundo momento, es cuando los productores comenzaron a participar
en el núcleo que toma decisiones para definir las estrategias comerciales y
la actualización normativa, por lo cual, durante este periodo las decisiones
trataban de incorporar la visión de los diferentes actores participantes.
Sin embargo, debido a las transformaciones recientes, en la actualidad,
nuevamente los productores sienten que están siendo aislados de la toma de
decisiones, debido a que la Asamblea General Anual se integra por redes de
productores, iniciativas nacionales del sello y organizaciones comerciales. Un
órgano directivo de segundo nivel es la Junta Directiva, a través de la cual
se toman las decisiones especializadas y de alto impacto en las estrategias
comerciales, esta se integra por cinco representantes de las iniciativas nacionales,
cuatro representantes de las redes de productores, tres miembros “expertos”
externos y dos representantes de comerciantes Fairtrade (Coscione, 2012).
En un tercer nivel está el equipo de liderazgo, que se integra por el personal
operativo de FLO y son los encargados de tomar las decisiones inmediatas
en la dinámica cotidiana.
Los cambios realizados en la estructura administrativa durante los últimos
cinco años, generó una reconfiguración en la forma en cómo se toman las
decisiones, y por lo mismo, en diversos momentos los actores enfrentan cambios
en ello, los que muchas veces aminoran su posibilidad de incidir en decisiones
que afectan directamente sus intereses. En la etapa actual de FLO, son los
productores quienes se sienten excluidos de las decisiones porque en gran
medida son las organizaciones comerciales quienes logran incidir con mayor
fuerza, con el argumento de que son los más cercanos a los consumidores, y
por tanto, son éstas instancias las que pueden orientar el rumb o de FLO, ya
que el comercio justo se sostiene gracias a la demanda de los consumidores.
Lo que se observa en esta etapa, de acuerdo con la percepción de los
productores, es que además de las organizaciones comerciales, también el
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