TOMÁS ORTEGA ORTEGA • VERÓNICA VÁZQUEZ GARCÍA . Género , gobernanza y recursos forestales no maderables .
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El resto de las mujeres están en una situación aún más incierta , ya que no tienen derechos de venta ni poder de decisión colectiva . Margarita R . Pérez , mujer casada , comentó en entrevista que ella se dedica a la venta de flores y ocasionalmente busca vender poleo . Quizás lo haya puesto de esta manera para evitar ser sancionada , igual que Amanda que solo junta un poco de poleo en navidad y año nuevo desde su condición de viuda . Margarita está consciente que para entrar al bosque por la planta se necesita de la autorización del CBC , pero ésta le ha sido negada : “ cuando uno va a pedir permiso , pues no dejan los comisariados [ sic ], porque no quieren que uno corte [ el poleo ] no quieren , porque se destruye el monte pues ” ( Margarita R . Pérez , 2013 ). Las autoridades argumentan que “ ellos son responsables del monte ” y deben mantener un control sobre las personas que lo aprovechan . Aparentemente , la actitud de Margarita frente a esta situación ha sido de resignación : “ cuando no dan permiso pues no va uno ” ( Margarita R . Pérez , 2013 ). Negarle el derecho de cosecha en lugar de regularlo con parámetros de sustentabilidad representa una amenaza para la gobernanza forestal , ya que puede presentarse extracción de la planta sin el conocimiento de las autoridades .
3.3 . ¿ Qué conocimientos se toman en cuenta para la gobernanza del poleo ?
La falta de presencia de las mujeres en espacios de toma de decisión se expresa en diferencias importantes en el acceso a la información . La mayoría de los hombres encuestados ( 82.5 % o 33 de 40 ) dieron una respuesta afirmativa cuando se les preguntó sobre la existencia de acuerdos que norman el aprovechamiento del poleo . Estos 33 hombres saben que los acuerdos fueron tomados en la asamblea ; de hecho , 30 participaron en ella . Treintaydós de los 40 pudieron incluso describir el contenido de los acuerdos ( que hay que pedir permiso para la cosecha a las autoridades ).
Las cifras sobre las mujeres son menos alentadoras . El 65 % ( 26 de 40 ) sabe de la existencia de acuerdos ; 22 % está enterado de que éstos fueron tomados en asamblea ; 24 % pudo describir su contenido . Las mujeres acceden a esta información a través de familiares de sexo masculino : “ pero hay [ de ] mi familia [ quien me viene ] a decir que así y así dicen los comuneros y [ me ] llega [ la ] razón , a veces pues , pero cuando no [ me ] visitan en mi casa ni sé ” ( Amanda F . García , 2013 ). El que ellas estén enteradas depende de la buena voluntad de sus familiares masculinos , no es un derecho ciudadano .