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GISELA LANDÁZURI BENÍTEZ Escribir un libro desde, con y para los atlapulquenses hacia dónde quieren ir y qué preservar de las riquezas de ese su pueblo San Gregorio Atlapulco. A fin de cuentas pronto recibirán la estafeta para hacerse cargo de ese territorio. Al igual que en el trabajo coordinado por Bertely y Saraví (2011:190): El material aquí recopilado nos lleva a discutir y cuestionar nuestras propias ideas, valores y prejuicios, e incluso a construir una ciudadanía más activa desde la adolescencia, a fin de revisar nuestras acciones y gestar otras nuevas, involucrándonos todos en la construcción de sociedades más justas. O sea, no solamente se trata de escuchar a los interlocutores directos, para una mejor comprensión de su realidad, sino también hay que pensar en lo que les portará e incluso en quienes serán los destinatarios de nuestros escritos. Gracias al dispositivo grupal y al proyecto compartido, los que acudieron –alrededor de 70 personas, la mayoría adultos y adultos mayores– lo abrazaron como suyo. A diferencia de las entrevistas individuales entre investigadora y actores locales, se fue configurando un grupo que permitió el intercambio de opiniones sobre su identidad y el recorrido histórico de experiencias de vida en su comunidad. Por ello, este proceso no sólo resonó entre las generaciones más jóvenes, primero tocó a los participantes adultos y adultos mayores, pues la interlocución obliga a escuchar al otro, a reconocer diferencias y también consensos, en una comunidad que algunos de sus miembros consideran fragmentada. 6 Es imprescindible aquí un auto reflexión. Efectivamente, a pesar de seis años de trabajo de campo en San Gregorio, de decenas de entrevistas, puedo decir que esta metodología enriqueció la mirada del equipo de investigación al multiplicarse los ángulos de lectura. La diversidad de participantes, que mostraban enfoques diversos de la vida dentro del mismo pueblo, los temas prioritarios en los distintos tiempos y generaciones, nos acercaron a una comprensión más integral del presente y pasado vivido, de lo dado, en esa comunidad. Mencionaba que parte de la técnica fue preparar una serie de preguntas generadoras, que llevaron a transitar por temas como pertenencia, identidad, cultura, territorio, desde “nuestro origen” hasta el futuro, frente a la pregunta “¿hacia dónde queremos ir?”; pero lo más importante fue respetar y comprender Un conflicto en los años sesenta, generó una división interna entre la población, que según dicen gestó definitivamente una comunidad fragmentada. 6 153