AMER Mexico Rural Tomo I AMER Mexico Rural Tomo I | Page 104

ERIKA ROMÁN MONTES DE OCA La familia agrícola y sus estrategias de reproducción destina para venderla dentro de la misma comunidad. Con la producción generan alimento para abastecer a la unidad doméstica y a los animales durante aproximadamente un año; en el período de secas las familias se incorporan a otras actividades. La mayoría de la población posee escasa tierra; sin embargo, la dedicación a la siembra de la milpa habla de la decisión de mantener al menos la posibilidad de alimentarse con cosechas propias. Cuenta con un área sembrada de aproximadamente 62 ha para el año 2010 y una cosecha de 122 t, 4 su orografía es mayormente montañosa, condiciones difíciles para la producción extensiva del cultivo y en algunos lugares sólo se cultiva con yunta. El promedio de superficie sembrada es 1 ha y 2 t de cosecha. Así, cada familia logra obtener una cantidad suficiente para la alimentación de todos los integrantes de la unidad doméstica y de los animales. En caso de que la producción no cubra el consumo necesario de maíz, el jefe de familia compra a sus familiares o vecinos que cultivan cantidades mayores. No es novedad la afirmación de que en la actualidad el cultivo de la milpa ha dejado de ser rentable y lo empiezan a considerar como una actividad económica complementaria. En la comunidad de Amatlán de Quetzalcóatl la gente considera difícil continuar sembrando la milpa; sin embargo, observamos un escenario positivo en cuanto a la producción del maíz ya que la siembra del año 2009 y 2010 se redujo sólo 4 ha, equivalente al 6%; cifra relativa porque algunos productores que no sembraron o lo hicieron en menor superficie en el año 2010, comentan que lo harán en el próximo año. Así pues, la mayoría de las familias lo siguen cultivando puesto que obtienen parte de su propia alimentación para todo el año, como dicen “con tortillas y frijoles pueden pasarla”. Coincidiendo con Carpizo (1983),quien comenta que las actividades propias son sinónimo de soberanía pues representan libertad, independencia, poder constituyente, autodeterminación y el principio de no intervención. Es importante reflexionar que las personas cada día se están haciendo viejas y enfermas, lo que les impide que puedan seguir trabajando en la siembra de la milpa; sin duda, es evidente que ahora están sembrando en pequeñas cantidades en las parcelas que se encuentran próximas a la comunidad y la cosecha se usa principalmente para autoabasto. A pesar de ello, todavía la mayoría de las familias se dedican a esta actividad (69% de las unidades domésticas encuestadas), apreciándose que son los señores de edad mayor a los 41 años quienes principalmente la realizan, en lo referente a los hombres y mujeres de entre 15 y 40 años se dedican primordialmente al trabajo no Datos obtenidos de las encuestas realizadas, ya que esta información no se tiene en el municipio. 4 97