E
n el frío San Antonio, Texas vivía una
pequeña y humilde familia; un padre, una madrastra, y dos niños, Amanda y Adam. Pero en una época de escasez la familia apenas y podia con la gazuza. Una noche a la cruel madrastra se le ocurrió algo.
- Debemos deshacernos de esos moco- los niños.
- Pero son mis unicos hijos... ¡No les puedo hacer eso! - exclamó decidido el padre, pero la madrastra aún no se daba por vencida.
- ¡A este paso todos terminaremos muertos! - bramó la mujer - mejor ellos que nosotros.
El padre se quedó mudo y lo único que