Alma Emprendedora Alma Emprendedora Issue 002 2014 | Page 46

Obviamente, el objeto de todo
negocio es el promover un producto por
diversos medios con el objetivo de
persuadir a los posibles clientes para
que lo adquieran. La publicidad y el
marketing se encargan de realizar esa
promoción, que busca generar una
respuesta por parte de la audiencia. Y la
fórmula AIDA es básica para lograrlo.
La teoría de AIDA dice que si, a la
hora de publicar un contenido,
promocionar un producto o de realizar
cualquier acción de venta, llevamos a los
prospectos por este proceso, los
resultados están garantizados. Pero la
puesta en práctica no va a ser tan
sencilla. Vamos a desgranar punto por
punto la fórmula para ver cómo podemos
hacerla efectiva.

#1: Atención
Capta la atención de tus
prospectos.
Aquí radica la clave de esta fórmula.
Se estima en un 80% su importancia en
todo el proceso de la venta, si fallamos
aquí, podemos olvidarnos del resto. Es
imprescindible captar la atención de tu
posible cliente e incitarle a seguir viendo,
leyendo o escuchando tu propuesta.

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Sé concreto y conciso, tan sólo
quieres atraer a gente

interesada en tu oferta, el resto

no te interesa.

Principalmente, vamos a utilizar los
títulos y encabezados (en los medios
escritos), una imagen impactante o una
frase con gancho para lograr atraer la
atención. Por eso se suelen utilizar
elementos que alimenten la curiosidad
del espectador, que den solución a un
problema común, que generen
controversia o que inviten a participar.
Hay muchas fórmulas para lograrlo.
Si quieres captar la atención de los
que serán tus futuros clientes, es
esencial que conozcas a tu audiencia
potencial. Debes ponerte en su lugar y
tratar de averiguar cuáles son sus
inquietudes, qué buscan, cuáles son sus
deseos y sus sueños. Conectar con ellos
es lo que te va a hacer captar su
atención. Sé concreto y conciso, tan sólo
quieres atraer a gente interesada en tu
oferta, el resto no te interesa.
Ten en cuenta que el mensaje que
lances para atraer la atención de tu
espectador va a ocupar los primeros
segundos de un vídeo o un audio, o
apenas las dos primeras líneas de un