Los alimentos transgénicos son aquellos que han
sido producidos a partir de un organismo modificado
mediante ingeniería genética y al que se le han
incorporado genes de otro organismo para producir
las características deseadas.] En la actualidad tienen
mayor presencia de
alimentos procedentes de
plantas transgénicas como el maíz o la soja.
La ingeniería genética o tecnología del ADN
recombinante es la ciencia que manipula secuencias de ADN (que normalmente codifican
genes) de forma directa, posibilitando su extracción
de un taxón biológico dado y su inclusión en otro, así
como la modificación o eliminación de estos genes.
En esto se diferencia del mejoramiento genético
clásico basado en la selección, que modifica los
genes de una población de forma indirecta, mediante
cruces dirigidos. La primera estrategia, de la
ingeniería genética, se circunscribe en la disciplina
denominada biotecnología vegetal.
Los alimentos transgénicos en México Un 96.5% de los
consumidores mexicanos ignora qué son los transgénicos o
no sabe si los está comiendo y en qué alimentos, en tanto
que un 98 % de los mexicanos opina que las empresas
deben informar en sus etiquetas si sus productos contienen
transgénicos. México importa de Estados Unidos más de 6
millones de toneladas de maíz cada año, de las que 45 por
ciento son de maíz transgénico. En nuestro país está
prohibido sembrar maíz transgénico porque somos el
centro de origen del maíz y es necesario proteger nuestras
variedades de maíces mexicanos de la contaminación transgénica que
puede producirse si el polen del maíz transgénico se cruza
con el de nuestras variedades nativas e híbridas. Sin
embargo, se han otorgado permisos para siembra “no
comercial” de soya y algodón transgénicos. La autoridad
sanitaria permite la comercialización para
consumo
humano de 31 transgénicos de soya, canola, maíz,
algodón, papa, jitomate y alfalfa. Estos ingredientes
entran en nuestras dietas sin control alguno y sin nuestro
consentimiento expreso.