TECNOLOGÍA
MODERNIDAD Y TECNOLOGÍAS ALIMENTARIAS EMERGENTES.
Los consumidores siguen con cautela las nuevas tecnologías alimentarias
que van emergiendo, así lo dice la Food Standards Agency (FSA, en sus
siglas inglesas) del Reino Unido, luego de una investigación que concluye
que especialmente las que están relacionadas con los organismos
modificados genéticamente, que son las que mayor preocupación y recelo
generan.
Transgénicos, nanotecnología, clonación, irradiación o el desarrollo de
"nuevos alimentos". Estos son algunos de las tendencias con las que los
consumidores se van familiarizando poco a poco. Producto de una
importante actividad tecnológica en los últimos años y en respuesta, en
algunos casos, a crisis alimentarias, la ciencia ha intentado o intenta, ofrecer
al consumidor alimentos cada vez mejores y más “seguros”. Pero, ¿cómo
percibe el consumidor estas tendencias?, ¿los tecnólogos tienen en cuenta
su opinión a la hora de focalizar sus estudios? Por ejemplo, hay estudios que
demuestran que no todos los consumidores perciben el uso de la genética
como un riesgo para la seguridad alimentaria.
Si bien la principal razón es garantizar que los alimentos que llegan al
consumidor sean lo más seguros posibles, conseguirlo pasa por aplicar todas
las medidas más adecuadas, pero además por ser "conscientes de cómo las
personas reciben las nuevas tecnologías". Durante los últimos diez años ha
habido una intensa atención hacia este tipo de tecnología, que ha dado sus
frutos en forma de OMG o animales clonados. Además de los retos que han
planteado a la comunidad científica.
En otra investigación desarrollada por la Oficina de Ciencia y Tecnología de
Londres, y titulada "Ciencia y público: una revisión de la comunicación
científica y la actitud pública", la mayoría de consumidores Europeos
resaltan que los científicos e ingenieros no son "realmente humanos", y
algunos admiten incluso que se fundamentan en "probar sin valorar los
riesgos".
“El cambio de hábitos en la alimentación que se ha producido en los últimos
años, periodo en el que cada vez se valora más "lo natural" frente a "lo
manipulado", con menos aportación tecnológica en la producción, ha
ocasionado en gran medida el hecho de que algunas de estas tecnologías se