construcción de ciudadanía. Para el desarrollo de los últimos (y también de los primeros)
sirven los programas que promueven la resiliencia en las escuelas.
La construcción de la resiliencia en la escuela implica trabajar para introducir los siguientes
seis factores constructores de resiliencia (Henderson y Milstein, 2003):
1. Brindar afecto y apoyo proporcionando respaldo y aliento incondicionales, como base y
sostén del éxito académico. Siempre debe haber un “adulto significativo” en la escuela
dispuesto a “dar la mano” que necesitan los alumnos para su desarrollo educativo y su
contención afectiva.
2.
Establecer y transmitir expectativas elevadas y realistas para que actúen como
motivadores eficaces, adoptando la filosofía de que “todos los alumnos pueden tener
éxito”.
3. Brindar oportunidades de participación significativa en la resolución de problemas,
fijación de metas, planificación, toma de decisiones (esto vale para los docentes, los
alumnos y, eventualmente, para los padres). Que el aprendizaje se vuelva más "práctico",
el currículo sea más "pertinente" y "atento al mundo real" y las decisiones se tomen entre
todos los integrantes de la comunidad educativa. Deben poder aparecer las “fortalezas” o
destrezas de cada uno.
4. Enriquecer los vínculos pro-sociales con un sentido de comunidad educativa. Buscar una
conexión familia-escuela positiva.
5. Es necesario brindar capacitación al personal sobre estrategias y políticas de aula que
trasciendan la idea de la disciplina como un fin en sí mismo. Hay que dar participación al
personal, los alumnos y, en lo posible, a los padres, en la fijación de dichas políticas. Así
se lograrán fijar normas y límites claros y consensuados.
6. Enseñar "habilidades para la vida": cooperación, resolución de conflictos, destrezas
comunicativas, habilidad para resolver problemas y tomar decisiones, etcétera. Esto sólo
ocurre cuando el proceso de aprendizaje está fundado en la actividad conjunta y
cooperativa de los estudiantes y los docentes.
Bibliografía
Bibring, E.: “The conception of the repetition compulsion”, Psycoanalitic Quaterly, vol. XII,
nº 4, 1943, pág. 486.
Cyrulnik, B.: La maravilla del dolor, Barcelona, Granica, 2001, pág. 16 y sig.
Freud, S. (1929): El malestar en la cultura, O. C., Buenos Aires, Amorrortu, 1976.
— (1938): Buenos Aires, Amorrortu, 1976, pág. 203 y sig.
Grotberg. (1997): “La resiliencia en acción”, trabajo presentado en el Seminario
Internacional sobre Aplicación del Concepto de Resiliencia en Proyectos Sociales, Universidad
Nacional de Lanús, Fundación Van Leer, 1997.
Henderson, N. y Milstein, M: Resiliencia en la escuela, Buenos Aires, Paidós, 2003.
Marrone, M.: La teoría del apego, Madrid, Psimática, 2001, pág. 54.
Melillo. (2002): “Sobre la necesidad de especificar un nuevo pilar de la resiliencia”, en
“Resiliencia y subjetividad - Los ciclos de la vida” (en prensa).
Melillo, A.; Soriano, R.; Méndez, A. y Pinto, P.: “Salud comunitaria, salud mental y
resiliencia”, en “Resiliencia y subjetividad - Los ciclos de la vida” ( en prensa).
Melillo: “Proyecto de construcción de resiliencia en las escuelas medias”, presentado en la
Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, 2004.