Estoy:
Dispuesto a responsabilizarme de mis actos.
Seguro de que todo saldrá bien.
Puedo: Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan.
Buscar la manera de resolver mis problemas.
Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien.
Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o actuar.
Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.
¿Cómo se desarrolla la resiliencia? Resiliencia y psicoanálisis: si decimos que un pilar de la
resiliencia es la autoestima y sabemos que ésta se desarrolla a partir del amor y el
reconocimiento del bebé por parte de su madre y su padre, es en ese vínculo que empieza a
generarse un espacio constructor de resiliencia en el sujeto. Por supuesto que pueden ocurrir
distintos procesos, más o menos favorables, que van trazando diferentes destinos.
Este primer pilar de la resiliencia está en la base del desarrollo de todos los otros:
creatividad, independencia, introspección, iniciativa, capacidad de relacionarse, humor y
moralidad.
Luego describimos una suerte de síntesis superior de todos ellos en la capacidad de
pensamiento crítico, que representa algo así como un retorno del sujeto singular a la trama
social en que vive, lo lleva a constituir grupos con una identidad determinada, que al
comienzo puede ser de oposición para luego transformarse en hegemónica. Este proceso
opera a través del sistema conductual de afiliación (afiliación a grupos) de Bowlby (Marrone,
2001).
Boris Cyrulnik (2001) ha realizado aportes sustantivos sobre las formas en que la adversidad
hiere al sujeto, provocando el estrés que generará algún tipo de enfermedad y padecimiento.
En el caso favorable, el sujeto producirá una reacción resiliente que le permite superar la
adversidad. Su concepto de "oxímoron", que describe la escisión del sujeto herido por el
trauma, permite avanzar aún más en la comprensión del proceso de construcción de la
resiliencia, a la que le otorga un estatuto que incluimos entre los mecanismos de
desprendimiento psíquicos. Éstos, descriptos por Edward Bibring (1943), a diferencia de los
mecanismos de defensa, apuntan a la realización de las posibilidades del sujeto en orden a
superar los efectos del padecimiento. “El oxímoron revela el contraste de aquel que, al
recibir un gran golpe, se adapta dividiéndose. La parte de la persona que ha recibido el golpe
sufre y produce necrosis, mientras que otra parte mejor protegida, aún sana pero más
secreta, reúne, con la energía de la desesperación, todo lo que puede seguir dando un poco
de felicidad y sentido a la vida"(Cyrulnik, 2001).
Por eso, si bien hay autores que han traducido resiliencia como “elasticidad”, en nuestro
actual concepto nada de eso se mantiene; la resiliencia no supone nunca un retorno ad
integrum a un estado anterior a la ocurrencia del trauma o la situación de adversidad: ya
nada es lo mismo.
La escisión del yo no se sutura, permanece en el sujeto compensada por los recursos yoicos
que se enuncian como pilares de la resiliencia. Con algo de todo eso, más el soporte de otros
humanos que otorgan un apoyo indispensable, la posibilidad de resiliencia se asegura y el
sujeto continúa su vida. Podríamos decir que el concepto de oxímoron es del mismo orden
que el concepto de Freud de la escisión del yo en el proceso defensivo.
Algunos psicoanalistas afirman que el concepto de resiliencia es o puede ser contradictorio
con un modelo psicoanalítico de la vida psíquica. Claramente no es así cuando se considera el
modelo freudiano de la segunda tópica o la tercera tópica que especifica Zuckerfeld (2002).
En el caso de la segunda tópica, la consideración del yo como instancia que debe "pilotear" las
relaciones del sujeto con sus deseos conscientes e inconscientes, los requerimientos de su
conciencia moral (superyó) y de sus ideales (ideal del yo), y los del mundo externo, es decir la
relación con su entorno, pone en evidencia los beneficios de estimular los pilares de la
resiliencia, clara e íntimamente ligados a las capacidades del yo. En este modelo
psicoanalítico, la fortaleza del yo facilita la tramitación por parte del sujeto de los
requerimientos de las otras instancias: es a la vez resultado y causa del proceso de la cura