Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de La Nueva Izquierda Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de | Page 218
[135] Millet, Kate. Ob. Cit., p. 33.
[136] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 5.
[137] “Vamos a necesitar una revolución sexual en mucho mayor medida que (incluso) una socialista para erradicar
verdaderamente todos los sistemas de clase”. Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 12.
[138] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 207.
[139] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 209.
[140] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 209.
[141] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 212.
[142] “El fracaso de la Revolución Rusa es directamente adjudicable al fracaso de sus intentos de eliminar la familia
y la represión sexual”. Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 212.
[143] “La naturaleza de la unidad familiar es tal que penetra en el individuo más profundamente que cualquier otra
organización social que tengamos” reconoce Firestone. Ob. Cit., p. 227.
[144] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 218.
[145] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 229.
[146] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 233.
[147] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 239.
[148] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 240.
[149] Citado en Serrano, Francisco. La dictadura de género. Una amenaza contra la Justicia y la Igualdad.
España, Almuzara, 2012, p. 55.
[150] “El análisis marxista busca una explicación histórica de la existencia de las relaciones de poder en términos de
relaciones económicas de clase, y el feminismo radical busca en la realidad biológica del poder. El socialismo feminista,
por su parte, analiza el poder en términos de sus orígenes de clase y su raíz patriarcal. En tal análisis, capitalismo y
patriarcado no son ni autónomos ni idénticos: son, en su presente forma, mutualmente dependientes”. Eisenstein, Zillah.
Capitalist patriarchy and the case for socialist feminism. New York, Monthly Review Press, 1979, p. 22.
[151] Eisenstein, Zillah. Ob. Cit., p. 26.
[152] Un ejemplo claro de estas prioridades lo brinda otra teórica norteamericana, Nancy Hartsock, quien anota:
“Quiero sugerir que el movimiento de mujeres puede proveer la base para construir un nuevo y auténtico socialismo
norteamericano. Puede proveer un modelo para construir una estrategia revolucionaria y caminos para desarrollar
teorías revolucionarias que articulen con la realidad del capitalismo avanzado”. Hartsock, Nancy. “Feminist theory and
the development of revolutionary strategy”. En Eisenstein, Zillah. Ob. Cit., p. 57. En este pasaje se ve claramente
cómo la mujer y sus organizaciones terminan siendo apenas un puente para llegar al verdadero objetivo: teorías y
prácticas socialistas revolucionarias viables en el marco de un estadio del capitalismo que ha ofrecido al proletariado un
buen nivel de vida.
[153] “La mujer no es oprimida por el hecho biológico de la reproducción, sino que es oprimida por el hombre que
define esta ‘capacidad’ reproductiva como una función” dice Eisenstein. Eisenstein, Zillah. Ob. Cit., p. 44. De esto
último podríamos preguntarnos: Si la reproducción no es una función biológica, ¿entonces qué es? ¿La reproducción no
tiene consecuencias y exigencias naturales que generan efectos culturales?
[154] Eisenstein, Zillah. Ob. Cit., p. 44.
[155] Eisenstein, Zillah. Ob. Cit., p. 44.
[156] Esta tesis puede leerse en sus Cartas desde una zona de guerra, publicado en 1989. Este tipo de teorías
ridículas son tan insostenibles, que pueden ser elaboradas con el objetivo completamente opuesto: victimizar al hombre.
Es el caso de la teoría de la misógina Esther Vilar: “No más tarde de los doce años —edad a la cual la mayoría de las
mujeres ha decidido ya emprender la carrera de prostituta (o sea, la carrera que consiste en hacer que un hombre
trabaje para ella a cambio de poner intermitentemente a su disposición, como contraprestación, la vagina)…”. Vilar,
Esther. El varón domado. P. 10. Edición digitalizada disponible en http://es.wikimannia.org/images/Esther-Vilar_El-