T ecnología
DISEÑA EL CINVESTAV
ROBOT COSECHADOR
DE TOMATES
Redacción Agro Orgánico*
Uno de los objetivos es disminuir los costos de producción
y apoyar las extenuantes labores del personal agrícola
México. – Científicos del Centro de
Investigación y Estudios Avanzados
(Cinvestav) del Instituto Politécnico
Nacional trabajan en el desarrollo de
un brazo robótico capaz de cosechar
tomates de forma automatizada, uno
de los cultivos en los que México es
uno de los principales productores y
exportadores a nivel mundial.
Entre los objetivos está el disminuir
los costos de producción, apoyar las
extenuantes labores del personal
agrícola y evitar daños a la salud ante el
uso de plaguicidas en los invernaderos,
lo cual ayudaría a incrementar la
producción en masa y generar precios
más competitivos en el mercado.
De acuerdo con América Berenice
Morales Díaz, investigadora del
Cinvestav Unidad Saltillo, este robot
tiene como principal característica el
monitoreo del cultivo para identificar
enfermedades (como hongos) de
manera oportuna para evitar su
propagación, mediante el uso de
cámaras y sensores. Posteriormente
se encargaría del censado de la calidad
de los cultivos para saber si están en
óptimas condiciones para que se realice
el corte.
Hasta el momento los expertos
del área de Robótica y Manufactura
Avanzada del Cinvestav han trabajado
en el modelado y control de sistemas
no lineales. La primera etapa consistió
en la construcción y control de los
mecanismos robóticos móviles, a los
cuales instrumentaron con técnicas
de visión para hacer una localización
casi instantánea.
En la parte de armado se diseñaron
algunos instrumentos o partes del
brazo robótico, así como la herramienta
de corte. El objetivo era hacer más
eficiente el material, la dureza,
durabilidad y el bajo peso del corte,
porque es el elemento final.
En una segunda etapa utilizaron
un robot comercial omnidireccional
de cuatro ruedas con cinco grados
de libertad todos rotacionales en el
brazo, al cual le adaptaron un sensor
de visión. A este manipulador móvil lo
programaron con el fin de realizar los
cortes. “Seguimos trabajando en el
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diseño y programación para encontrar
configuraciones eficientes”, destaca
Morales Díaz.
Hay varias tesis de maestría que
se han desarrollado para lograr que
el robot siga indicaciones y usar la
información que almacenan. Desde
el punto de vista científico el programar
los robots es algo complejo: “seguir una
línea, hacerlo en determinado tiempo,
que se detenga en algunas plantas,
las revise de cierta manera y enviar
la información puede sonar sencillo
porque son tareas que hacemos las
personas cotidianamente, pero para
un robot no lo es”.
Además, esto implica trabajar
fusión de sensores ultrasónicos, con
visión, y láseres para identificar si en
el ambiente robot pueden emplearse.
“Utilizamos infrarrojos, cámaras
abordo con detección de colores y
profundidad, así como cámaras fijas
en techos, entre otras”.
De acuerdo con Morales Díaz, hasta
el momento las pruebas en laboratorio
han sido exitosas, pero aún no ha sido
probado en invernadero, porque
las condiciones de iluminación son
diferentes.
“Hemos empleado un mecanismo
de base móvil en un espacio de 2.5
metros de altura, sin embargo, tener un
manipulador móvil en un invernadero
sería difícil porque son pesados y no
tienen estabilidad. En nuestra siguiente
etapa nos vamos a inclinar por una serie
de cuadrirrotores más económicos que
ayuden a guiar a los robots para aplicar,
por ejemplo, químicos a una planta
que esté enferma o en caso de que
presente un hongo llegar con un láser
y cortarlo para que no se expanda”,
explica.
La también integrante del Sistema
Nacional de Investigadores considera
que en cinco años podría iniciar la
comercialización de estos robots
cosechadores de tomates, y si bien
los robots móviles ya son empleados
en fábricas inteligentes en algunas
partes del mundo, hasta ahora poco se
habían empleado para la agricultura.
*Con información del Cinvestav
www.agroorganico.com.mx