plazo de hasta dos terceras partes de
lo que cuesta un tractor nuevo de 90
caballos, ahorro tan solo por concepto
de combustible y mantenimiento
primario.
AO: ¿Cómo es el mercado mexicano?
MH: Es un mercado que se rige por
el costo inicial del tractor, y por ello
encontramos un mercado con un
equipamiento más austero y en busca
de disminuir los costos de producción
con manufactura más barata, hay mucho
producto con estas características sobre
todo en el sector más competido que
va de los 70 a los 100 hp. Actualmente
existe una gran restricción en el uso de
tecnología, no contamos con normas
bien definidas y aplicables que regulen
la contaminación ambiental agrícola
o la seguridad y salud del tractorista,
podría decirse que existe un retraso de
unos 30 años en el uso de tecnología
agrícola aplicada al campo respecto
de países avanzados.
AO: ¿Cómo afecta al operador un
tractor austero de baja tecnología?
MH: Podemos encontrar aun en
nuestros días en nuestro mercado
tractores muy ruidosos, con un alto nivel
de vibración y sin ninguna regulación
de absorción de impactos sobre el
operador, esto genera problemas de
salud muy fuertes a largo plazo, tenemos
tractoristas que han perdido gran parte
de su capacidad auditiva debido al
alto ruido al que están expuestos, con
problemas de desviación de la columna
vertebral por los impactos directos que
recibe el tractorista, o con problemas a
corto plazo: como salud gastrointestinal
debida a las frecuencias y alta vibración
a la que está expuesto. Como nos
www.agroorganico.com.mx
podemos imaginar todo ello merma
la capacidad productiva del operador
y lo más grave su salud a largo plazo
resulta seriamente afectada.
AO: ¿Cuál es el compromiso de
McCormick con el medio ambiente?
MH: Somos una empresa fuertemente
comprometida, actualmente estamos
desarrollando un aceite que reduzca el
problema de contaminación ambiental
que está generando los aceites
minerales y sintéticos, a través del
programa LIFE+, el cual busca sustituir
el aceite que se utiliza en fase de prueba
y elaboración de piezas mecánicas en
fábricas, este programa se encuentra
en fase final y ha recibido un importante
reconocimiento de la unión europea.
El problema ambiental al cual
McCormick busca dar una solución es
la utilización de aceites minerales
sintéticos en la fase de pre tratamiento
de las transmisiones y de los motores,
ya que dichos lubricantes presentan un
elevado impacto ambiental (consumo
de energía, producción de CO2 y
contaminación de las aguas: un litro
de aceite puede contaminar un millón
de litros de agua)
El objetivo es preservar la naturaleza
y la biodiversidad, considerando que la
demanda global de lubricante alcanza
aproximadamente 41.7 millones de
toneladas (un cuarto correspondiente a
los países europeos), la mejor tecnología
disponible, es decir la regeneración.
Si bien reduce un 42% las emisiones
de carbono, no constituye una solución
del problema, ya que implica de todos
modos la producción de más de 28
millones de toneladas de CO2 al año.
Además, los lubricantes están formados
35
en general por sustancias peligrosas,
como los aceites minerales de elevada
refinación o alquil-ditio-fosfatos de
zinc, que están clasificados como muy
peligrosos para la salud.
Actualmente este programa ha
generado los siguientes resultados:
Se ha logrado sustituir al 100% los
aceites sintéticos por biolubricantes
en la Unión Europea.
Recuperación de 4000 litros / año de
glicerol para la fluidificación, utilizando
prevalentemente el glicerol obtenido
como subproducto de la producción
de biodiesel;
• Reducción de la producción de CO2
(1.150-670 kg / Mg de lubricante menos)
respecto a un aceite de base mineral;
• Reducción de las emisiones de
gases contaminantes (- 20%);
• Menor consumo de aceite gracias
a la fluidificación, un promedio de 60
litros por transmisión;
• Aceites menos contaminantes y más
oscuros, libres de aceites minerales
nocivos de elevada refinación y de
alquil-ditio-fosfatos de zinc;
• Protección del agua y del suelo de