la entidad; sin embargo, no duró por mucho tiempo,
pues la misma dinámica política llevó al groso de
la población a la lógica sospecha de que la entidad
se encontraba endeudada y eso hizo volver a los
ciudadanos sobre los pasos iniciales: buscar datos,
secuelas, hilos de la burocracia tendientes hacia la
única posible explicación: la corrupc ión.
En segundo término debemos definir qué
entendemos por cultura ciudadana y para qué
referirnos a ella de esta manera. La cultura de
Acceso a la Información ha sentado sus reales en
el ejercicio contundente que hacen las personas a
través de la información pública, de tal suerte que
a mayor cantidad de solicitudes de información,
respuesta de las ventanillas o del órgano garante en
tiempo y forma y la ejecución de la resolución sea
una realidad, se entiende que la cultura jurídica ha
Los colores de la esperanza, Jacinta (2012
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permeado socialmente, pues hacen el uso debido de
las herramientas que se desprenden de ese derecho.
Así las cosas, la Métrica de la transparencia que
se realizó en el año 20105 señala en sus primeras
páginas la intencionalidad de la medición, los
rubros a medir y para qué se mide; el grupo de
investigadores del CIDE no omite señalar que el
diseño metodológico responde a una petición que
han realizado los mismos organismo de acceso a la
información, además de señalar que son variables
cuantificables y no cualitativas las que entregarán
con algunos resultados a los órganos garantes a
nivel nacional; en todo momento se establece en el
reporte de resultados de esa “Métrica” la intención de
“medir” en la forma posible la atención que brindan
a los usuarios6 los Institutos, en el entendido de
que no hay posibilidad de homogeneizar todas las
5 Consultado en www.metricadelatransparencia.cide.edu fecha de
consulta: 28 de octubre 12:13 p.m.
6 Llamaremos usuarios a aquellas personas que ejercen el derecho al
acceso de la información a través de los Institutos.