Agenda Cultural UdeA Junio 2013 | Page 2

ISBN 0124-0854
N º 199 Junio de 2013

Presentación

De una orilla a la otra, los cronistas
Es preciso recordar en este instante a Caronte, ese brillo griego que es el barquero del Hades. Como el lector sabrá, el Aqueronte es un río de muertos, y para pasar de una orilla a la otra es necesaria la ayuda de Caronte. De no poder pagar la moneda requerida para esto, estamos condenados a vagar muchos años sin rumbo, hasta que el barquero se apiade de nosotros, o el tiempo, que ya no es tiempo. Esa bella imagen del anciano( porque dicen que lo es) que ayuda a las almas a atravesar un río de muerte, para pasar de un infierno a otro( como si fuera una definición de la misma vida en muchos instantes), es justa para hablar de los hombres y de las mujeres que escriben en esta Agenda. La explicación es sencilla. Y trataré de exponerla con claridad.
Quienes escriben aquí son cronistas, aquellos que no inventan nada y que, sustentados en la realidad, crean un universo literario a partir de un hecho sucedido y comprobable. En contra de Borges, que odiaba los periódicos y sus noticias, yo llego a amarlos por los cronistas. En contra del maestro argentino, que imaginaba que un periódico solo merecía publicarse cada cientos de años, cuando ocurriera algo de verdad significativo( la llegada a la Luna sería la última edición hasta hora), creo que si por algo merecen seguir publicándose es por los cronistas. En medio de ese río de noticias y de hechos que es un día, son ellos quienes cargan en su barca las bellas historias, para sacarlas de la frialdad y el anonimato informativos a una orilla menos áspera donde, narradas con amor, puedan sobrevivir, y conmover, si corren con suerte, al lector del día pero también al de siempre, pasados los días. Menos malhumorados o taciturnos que el Caronte del Hades, los cronistas viven su infierno y van de una orilla a otra buscando cielos, porque cantan con Lope de Vega, seguros de“ que el cielo en un infierno cabe.”
Pido disculpas si la comparación no logra hacerles justicia, o no es buena literariamente, pero se me antoja precisa, como ya lo he dicho. Quise buscar una imagen porque con imágenes, precisamente,