Agenda Cultural UdeA - Año 2013 MARZO | Page 15

ISBN 0124-0854
N º 196 Marzo de 2013 la histeria en la Sociedad Psiquiátrica recibió de los asnos una acogida glacial y de Krafft-Ebing este extraño comentario: „ Parece un cuento de hadas científico ‟ ¡ Y esto después de haberles demostrado la solución de un problema que data de mil años!: una „ fuente del Nilo ‟”.
La ironía del catedrático y jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Viena, daba en el clavo, Freud no escribía como la función psi manda y esta no recibía su solución; sin embargo, Freud va a continuar su trabajo asociando la familia de su tiempo con la familia de los Labdácidas5, asociación recuperada por la función psi de dos maneras: una, para rechazar el método de investigación del inconsciente y, otra, para construir un sistema de atribución de culpas. O bien el niño es un perverso polimorfo que debe disciplinarse, o bien los padres no ejercen su soberanía educadora y la función psi debe tratarlos. De esta manera, el psicoanálisis pasó a ser el“ discurso más de la familia de todos los discursos de la familia”, como indica Foucault.
tendremos alguna noticia de esa imposibilidad. El sujeto de la experiencia freudiana descubre que quiere saber, pero también, que se aferra a su ignorancia. De esta constatación surge el llamado pesimismo de Freud, en las antípodas del entusiasmo optimista de las pastorales.
Para escapar a la familiarización de la experiencia humana en la que había caído el psicoanálisis en su versión a la americana,
Freud había descubierto que la mayor parte de la actividad psíquica, así la llamaba él, es inconsciente, y que si nos dedicamos a atender las naderías que los demás discursos descartan— sueños, olvidos, lapsus, ocurrencias chistosas, actos fallidos y las quejas por los síntomas—, en un ejercicio de asociación libre, sabremos que es imposible efectuarlo y
Michel Foucault, foto tomada del sitio www. michel-foucault. com
Lacan inventa su ternario: Real, Imaginario, Simbólico, como el espacio donde ésta ocurre, pero pronto el Simbólico toma la supremacía y el psicoanálisis es capturado de nuevo por la soberanía familiar y el campo psi, a partir de la recuperación de los hallazgos de la experiencia,