ISBN 0124-0854
N º 191 Septiembre de 2012 vastísimos sembrados de melones y sandías que son verdaderamente la maravilla y el encanto del tiempo de cuaresma en mi pueblo. Así pues, en aquella tierra“ las flores se suceden a las flores, y las alas del céfiro se agitan fatigadas en los jardines de Gul”, como dijera el cantor de la Novia de Abydos.
V Las fiestas cristianas
A pesar del apego que los indios de Tixtla manifestaron al principio a las tradiciones de la religión antigua, y a pesar de que han conservado hasta hoy las costumbres íntimas de la raza azteca, una vez convertidos al cristianismo, han abrazado sus principios y aceptado sus dogmas con el ardor febril de las organizaciones sacerdotales. Al revés de lo que sucede en otros pueblos, en Tixtla, ellos son los iniciadores y los mantenedores de la fiesta religiosa y aun se consideran dueños de las iglesias, de las imágenes y de los curas. Sirven y acompañan a estos, más bien que con la sumisión servil de los neófitos y de los fieles, con la celosa vigilancia del señor, guardián del patrimonio. El cura aprende de ellos las costumbres y las prácticas y, por lo demás, nunca ha tenido necesidad de quejarse de las obvenciones. La obvención para el indio tixteco no es el tributo del siervo, sino el honorario que paga el dueño de la heredad, al trabajador que la cultiva.
Los habitantes de raza mezclada que son los más pocos y que hablan esa jerga de que he hecho mención, que pretende ser lengua española, se confunden con la mayoría indígena en las fiestas religiosas y comparten con ella los trabajos y los goces. Las fiestas del año son varias, son muchas; pero aquí no se trata sino de la Semana Santa, de la que celebra los misterios fundamentales de la religión. ¡ Cómo vuelven a la memoria del hombre los recuerdos plácidos de las impresiones del niño! […]
Ignacio Manuel Altamirano( Tixtla, Guerrero, México, 1834- San Remo, Italia, 1893). Escritor, periodista, maestro y militante liberal y político, es autor de múltiples obras literarias y periodísticas. Fundó varios periódicos y revistas como: El Correo de México, El Renacimiento, El Federalista, La Tribuna y La República y se le atribuye la creación de varias instituciones educativas como el Liceo de Puebla y la Escuela Normal de Profesores de México, amén de la promoción de importantes leyes para la defensa de la educación pública gratuita, laica y obligatoria. El fragmento aquí incluido hace parte de Paisajes y leyendas, tradiciones y costumbres de México, publicada en 1884.