ISSN 0124-0854
N º 192 Octubre de 2012 correspondencias que nos develan , la ignorancia de las reglas del lenguaje que les permite escribir con frescura , la incipiente conciencia de su idioma , su carencia de prejuicios , la renovación de las palabras que ya hemos gastado , y su lógica en su “ rigor ” ilógico . Algo hay ingenuo , limpio y potente en su mirada . ¿ O no nos revela poesía la expresión de Catalina Taborda , de siete años , cuando escribe que “ sombra son los movimientos de cada persona en la oscuridad ”? Leyéndolos , recuerdo la expresión gastada de que si un pájaro pensara en su vuelo , se caería . A lo mejor , los que tanto reflexionamos en nuestro quehacer , y tenemos esa fiebre con las palabras , hemos perdido muchas cosas escribiendo , enredando y enredándonos en el laberinto del lenguaje . Tornándonos serios , tiesos , muy importantes escritores , ocupado cada uno en erigir su estatua con pedestal de polvo y aire . En la cartilla Rafael Pombo del Ministerio de Cultura de Colombia , leo : “ Nunca como en la infancia estamos tan cerca de realizar plenamente lo que más tarde intentamos en vano hacer los escritores ”.
Pensemos ahora juntos en la escritura en la escuela , donde la imaginación , la creatividad y la fluidez se estrellan contra el afán de juzgar lo escrito a la luz de lo sintáctico , ortográfico y gramatical , en mengua de la comprensión de la totalidad . ¿ Por qué no mirar primero la riqueza del tejido de palabras y silencios , para luego ,
según los convenios que hicimos para la escritura , entrar a corregir el texto que surgió natural ?
Por rescatar una tranquila manera de estar con el lenguaje , el juego , la invención feliz , por esos hallazgos afortunados , y la hondura y la percepción de una realidad enriquecida , nos empeñamos en nuestra biblioteca en invitar a escribir a todos : campesinos , ejecutivos , bibliotecarios , docentes , promotores de lectura , niños . Nos invitamos a escribir y a leernos en lo que escribimos .
Trabajo en la Biblioteca y Centro Comunitario Rural Laboratorio del Espíritu , en la vereda Pantanillo de El Retiro-Antioquia , donde hacemos talleres en artes y oficios , en los que siempre están vinculadas la escritura y la lectura . Leemos mientras los muchachos tejen , cuando disfrutan las formas del barro , en la hora del cuento — claro — -, en culinaria , en clases de repostería , cuando llegan los chicos de la vereda Lejos del Nido y empiezan su clase de guitarra . Leemos para que el silencio y las imágenes que se instalan mientras hacen , preñen también de silencio e imágenes sus objetos , y que en ellos quede algo del ánima de cada creador . Escriben en bitácoras que tiene cada taller , cuentan de su vida , de los caminos que recorren para encontrarnos , de sus dificultades y sueños . Escriben los cultivadores de aguacate que reciben un taller de manejo de