ISSN 0124-0854
N º 192 Octubre de 2012
La poesía silente
Jorge Cadavid Mora
Santiago Cárdenas , La persiana verde , 1975 , óleo sobre lino , 152,8 x 96,8 cm
L
a poesía aspira a la música . La música aspira al silencio . Ante el silencio , la música enmudece . Pero el silencio no es la ausencia de sonido . Para un músico como Anton Webern , el uso del silencio es esencial , es pausa , tiempo , espacio comunicativo . El silencio es la más hermosa metáfora de la música : “ La música callada , la soledad sonora ” de Juan de Yepes . El silencio es continua batalla por situarse fuera de la tiranía del lenguaje . La ausencia real de palabra es presencia en el poema . Algunas veces , el silencio es invocado como vacío y ausencia , en
otras ocasiones el silencio aparece como presencia y plenitud .
El encabalgamiento , el balbuceo , la fragmentación , las variantes tipográficas , los espacios en blanco se convierten en tácticas del silencio . La página blanca es cuerpo silencioso y desnudo sobre el que se convoca al poema como vestido . El silencio se encarga de comunicar un decir distinto , que roza lo blanco y el vacío . Es la apertura y llegada de todo poema hacia lo inefable .
Lo inefable es el fruto más alto de la contemplación , se sitúa más allá de la frontera