Diez tips de argumentación para ciudadanos inteligentes
ISSN 0124-0854
N º 192 Octubre de 2012
La palabra deliberante
Diez tips de argumentación para ciudadanos inteligentes
Jorge Iván Franco Giraldo
que uno u otro de esos discursos apareciera como más fuerte o pertinente. Esta flexibilidad era tal, que podían usarse incluso las mismas ideas del oponente para, reorientándolas, obtener la conclusión deseada.
Santiago Cárdenas, La jarrita blanca( detalle), 1990, óleo sobre lienzo, 70 x 100 cm, Colección
Suramericana de Seguros, Medellín
1 La condición dual de las ideas. Tolerar la ambigüedad
P rotágoras de Ábdera( siglo V a. C.), filósofo y sofista, enseñó la doctrina de las antilogías o“ discursos dobles”, según la cual, en relación con determinado hecho o situación, era posible desarrollar discursos opuestos, desde puntos de vista
alternativos; y dependía entonces de la
habilidad argumentativa de los contendientes
Gracias a esta pluralidad abierta de la relación entre tesis y argumentos, a la multiplicidad de caminos divergentes y convergentes entre las ideas, algo puede parecernos hoy una desgracia y mañana ser motivo de sabiduría; teorías distintas podrían llegar a explicar con igual coherencia un fenómeno; posturas políticas diversas pueden coincidir en la conveniencia de una misma medida o programa de acción. La fuerza de un argumento, su justificación o su verdad, no depende necesariamente de un conjunto de ideas delimitado, ni de la adscripción a un credo en particular, o a una interpretación estrictamente literal del mismo que debiera imponerse a los demás sin necesidad de persuasión. La argumentación no es fundamentalista.
Argumentar es hacer aceptable una tesis( justificar ante otros una creencia, teórica o