ISSN 0124-0854
N º 193 Noviembre de 2012 promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión quien, en el reporte anual de 1997, instó a los gobiernos a“ promover y proteger plenamente” no sólo el derecho a las libertades de opinión y expresión, sino también el derecho a“ pedir y recibir información” de los gobiernos, lo que él llamó un“ prerrequisito fundamental para asegurar la participación pública”. Por esa misma época, la Comisión también estaba preocupada por la tendencia que tenían los gobiernos, incluso los que eran más democráticos que sus predecesores, a promulgar leyes de amnistía que les daban inmunidad a los funcionarios de gobiernos anteriores por crímenes cometidos durante su mandato. La Comisión designó a Louis Joinet, jurista francés, para estudiar e informar sobre el problema de la impunidad de los perpetradores de las violaciones a los derechos humanos. El informe de Joinet, aceptado por la comisión en 1997, incluyó una serie de principios contra la impunidad; Joinet enfatizaba que una persona tiene el derecho a saber qué pasó, a saber la verdad, pero también argüía que la sociedad en conjunto tenía tanto el derecho a saber, como la responsabilidad de recordar:“ El derecho a saber también es un derecho colectivo, al volver a la historia para prevenir que se vuelvan a cometer violaciones en el futuro”. Su corolario es un“ deber de recordar”, que el Estado debe asumir, para evitar las perversiones de la historia que se
hacen bajo el nombre del revisionismo o el negacionismo; el conocimiento de la opresión que se vivió es una parte importante de la herencia cultural de un pueblo y como tal debe preservarse.
Como parte de las medidas que un Estado debe tomar para proteger el derecho a saber, Joinet escribió que el Estado“ debe asegurar la preservación de, y el acceso a archivos concernientes a violaciones de los derechos humanos y de la ley humanitaria”. De esta manera, Joinet definió claramente la relación entre la información, los archivos y los derechos humanos.
Mientras tanto, en vísperas de los cambios extraordinarios en las formas de gobierno que se estaban estableciendo en las décadas de los ochenta y los noventa, particularmente en Centro y Suramérica y en la Europa Oriental, los archivistas se estaban enfrentando a grandes cantidades de archivos de los viejos regímenes, incluyendo los archivos de los previos servicios secretos de seguridad. En el encuentro anual del Consejo Internacional sobre Archivos en Ciudad de México en 1993, los archivistas reunidos exigieron orientación para el manejo de los archivos de los servicios de seguridad. La UNESCO prometió realizar un estudio. El