ISBN 0124-0854
N º 185 Marzo de 2012 porque su progenitora consideraba que la carrera en el ejército era la única opción aceptable para los jóvenes nobles sin fortuna . caballos más briosos de su criadero y a nadar
En cuanto a las tres pequeñas , según el testimonio de Nadezhda Yerópkina , propietaria de una finca cercana y amiga íntima de los Goncharov , sentían un auténtico pánico frente su severa madre ; nunca se atrevían a hablar en su presencia ni a mirarle a los ojos ya que , por cualquier falla , terminaban severamente reprendidas o incluso abofeteadas . Además , la madre les había infundido una obediencia ciega a la moral religiosa y un profundo temor a Dios y a la inminencia del castigo por cualquier pecado ; aquella profunda religiosidad distinguiría a las tres hermanas Goncharov del resto de las damas de su círculo .
Según afirmaba la misma Natalia , durante aquellos primeros años de su vida la única persona realmente cercana , tanto para ella como para sus hermanas mayores , era el abuelo Afanasi Goncharov quien , a pesar de su reputación de derrochador y buscapleitos , adoraba a sus nietas , sobre todo a la más pequeña . A pesar de la permanente escasez de dinero , les regalaba muñecas caras y encargaba vestidos , sombreros , zapatos y guantes en las mejores tiendas de moda de París ; además , les enseñó a montar los
Alexander Brullov , Natalia Goncharova , 1831 , pintura al óleo , sin más datos .
en los estanques del gran parque de su finca que , ante los ojos de las niñas , debería parecer un bosque encantado poblado de criaturas mágicas .
Más tarde , sería también Afanasi quien se encargó personalmente de la educación de sus nietas , contratando a los mejores maestros de idiomas , dibujo , música , baile y ajedrez . A pesar de sus derroches , conservó intacta la magnífica biblioteca de la familia ( conservada por varias generaciones ) y la dejó en plena disposición de sus nietas . Ya en aquel entonces Natalia no sólo opacaba a sus hermanas con su encanto poco común que ,