ISBN 0124-0854
N º 184 Febrero de 2012
En nuestra sociedad burguesa todo revolucionario es un burgués humillado.
* ¿ Cómo censurar al artista moderno a quien embriagan las promesas comunistas? ¿ y cómo no dudar de su inteligencia?
* Lo que detiene a la mayoría de nuestros contemporáneos ante el umbral del comunismo es la más baja y vil porción de su ser, como si en nuestro tiempo miserable la sabiduría pudiera sólo subsistir refugiada en turbios rincones.
* La capacidad de sufrir mide la magnitud del consuelo. Si no hubiese encontrado su inimaginable respuesta, un solo grito helado en el espacio habría anulado al universo.
* La rutina aplaca nuestra inquietud, porque es nuestra cómica manera de participar en lo eterno.
* Que, en nuestro tiempo,“ rutinario” sea un insulto, sólo comprueba nuestra ignorancia en el arte de vivir.
* Toda rutina es liberación del alma.
* El anhelo pedagógico ha sido el consejero secreto de las peores tonterías de la historia y de sus más horrendos crímenes.
* Quien se atreve a predicar sin previas vigilias de agonía se prepara infiernos de angustia.
* De las vilezas de la vida sólo logra redimirse quien las transforma en materia de sus obras.
* ¿ Morará mi corazón eternamente bajo la sombra de la viña, cerca de la tosca mesa, frente al esplendor del mar?
* La ironía transforma en benevolencia el odio impotente.
* La blasfemia es a veces una protesta de Dios mismo contra un simulacro que lo desfigura.
* Ensayar de comprender más de lo que hay que comprender es la mejor manera de no comprender.
* Todas nuestras defensas contra la enfermedad, la vejez o la muerte suponen un vigor del espíritu que la sola amenaza de la muerte, la enfermedad o la vejez debilita y mina.
* Una existencia feliz es tan ejemplar como una existencia virtuosa, y quizá más valiosa, porque si la una puede guiarnos, la otra nos consuela.
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