ISSN 0124-0854
N º 194 Diciembre de 2012 se enamoran por primera vez . Y , ¿ de qué se enamoran ?
La tierna boca del niño estaba medio abierta y no contestó .
— De una mujer — dijo el viejo —. Sin sabiduría , sin nada para poder ir por ahí , emprenden la experiencia más sagrada y peligrosa de este mundo . Se enamoran de una mujer . ¿ Es esto , no , hijo ?
— Sí — dijo el chico desmayadamente .
— Empiezan por el revés del amor . Empiezan por el punto crítico . ¿ Te das cuenta de por qué es algo tan desgraciado ? ¿ Sabes cómo deberían querer los hombres ?
El viejo alargó la mano y agarró al chico por el cuello de la chaqueta de cuero . Lo sacudió suavemente y sus ojos verdes miraron hacia abajo sin pestañear , graves .
Todavía llovía afuera en la calle : una lluvia sin fin , suave y gris . La sirena de la fábrica sonó para el turno de las seis , y los tres obreros pagaron y se fueron . En el café no quedaban más que Leo , el viejo y el chico de los periódicos .
— El tiempo estaba así en Portland — dijo — en la época en que empezó mi sabiduría . Medité y empecé con precaución . Cogía cualquier cosa de la calle y me la llevaba a casa . Compré un pececillo dorado y me concentré en él y lo amé . Pasaba gradualmente de una cosa a otra . Día a día iba adquiriendo esa técnica . En el camino de Portland a San Diego …
—¡ Oh , cierra el pico — aulló Leo de repente —. ¡ Calla , calla !
El viejo seguía agarrando la chaqueta del chico ; temblaba y su rostro estaba muy serio , iluminado , salvaje .
— Hijo , ¿ sabes cómo debería empezarse el amor ?
El chico seguía sentado , pequeño , callado , tranquilo . Poco a poco meneó la cabeza . El viejo se le acercó más y murmuró :
— Un árbol . Una roca . Una nube .
— Ya hace seis años que voy por ahí solo haciéndome mi saber . Y ahora soy un maestro , hijo . Puedo amarlo todo . No tengo ya ni que pensar en ello . Veo una calle llena de gente y una luz hermosa entra dentro de mí . Miro a un pájaro en el cielo o me encuentro con un viajero en el camino . Cualquier cosa , hijo , o cualquier persona . ¡ Todos desconocidos y todos amados !