ISSN 0124-0854
N º 194 Diciembre de 2012
Arreglo en y negro
Dorothy Parker
L
a mujer con amapolas de terciopelo de color rosa prendidas en el cabello teñido de rubio atravesó la habitación con paso sugerente y danzarín, y cogió el delgado brazo del anfitrión.
—¡ Lo he atrapado!— exclamó—. ¡ Ahora no puede escapárseme!
—¡ Vaya! ¿ Qué tal?— dijo su anfitrión—. ¿ Cómo está usted?
— Oh, muy bien— contestó ella—. Estupendamente. Quisiera pedirle un inmenso favor, ¿ lo hará? ¿ Verdad que lo hará?
—¿ De qué se trata?— preguntó su anfitrión.
— Mire, desearía conocer a Walter Williams. La verdad, ese hombre me vuelve loca. ¡ Oh! ¡ Qué manera de cantar! ¡ Cómo canta esos espirituales! Como le digo a veces a Burton: ― Tienes suerte de que Walter Williams sea un hombre de color. Si no fuera