Agenda Cultural UdeA - Año 2012 DICIEMBRE | Page 30

ISSN 0124-0854
N º 194 Diciembre de 2012 casa , recordando la doble necesidad de hacer esporádicamente algún deporte y almorzar , vistió radiante un traje de baño y decidió seguir el itinerario de la gallina : con saltos cautelosos alcanzó el tejado donde , ésta , vacilante y trémula , escogía con premura otro rumbo . La persecución se tornó más intensa . De tejado en tejado recorrió más de una manzana de la calle . Poco afecta a una lucha más salvaje por la vida , la gallina debía decidir por sí misma los caminos a tomar , sin ningún auxilio de su raza . El muchacho , sin embargo , era un cazador adormecido . Y por ínfima que fuese la presa , había sonado para él el grito de conquista .
Sola en el mundo , sin padre ni madre , ella corría , respiraba agitada , muda , concentrada . A veces , en la fuga , sobrevolaba ansiosa un mundo de tejados , y mientras el chico trepaba a otros dificultosamente , ella tenía tiempo de recuperarse por un momento . ¡ Y entonces parecía tan libre !
Estúpida , tímida y libre . No victoriosa como sería un gallo en fuga . ¿ Qué es lo que había en sus vísceras para hacer de ella un ser ? La gallina es un ser . Aunque es cierto que no se podría contar con ella para nada . Ni ella misma contaba consigo , de la manera en que el gallo cree en su cresta . Su única ventaja era que había tantas gallinas , que aunque muriera una surgiría en ese mismo instante otra tan igual como si fuese ella misma .
Finalmente , una de las veces que se detuvo para gozar su fuga , el muchacho la alcanzó . Entre gritos y plumas fue apresada . Y enseguida cargada en triunfo por un ala a través de las tejas , y depositada en el piso de la cocina con cierta violencia . Todavía atontada , se sacudió un poco , entre cacareos roncos e indecisos .
Fue entonces cuando sucedió . De puros nervios la gallina puso un huevo . Sorprendida , exhausta . Quizás fue prematuro . Pero después que naciera a la maternidad parecía una vieja madre acostumbrada a ella . Sentada sobre el huevo , respiraba mientras abría y cerraba los ojos . Su corazón tan pequeño en un plato , ahora elevaba y bajaba las plumas , llenando de tibieza aquello que nunca podría ser un huevo . Solamente la niña estaba cerca y observaba todo , aterrorizada . Apenas consiguió desprenderse del acontecimiento , se despegó del suelo y escapó , a los gritos :
—¡ Mamá , mamá , no mates a la gallina , puso un huevo !, ¡ ella quiere nuestro bien !