ISSN 0124-0854
N º 194 Diciembre de 2012
El mar en la ventana
Fanny Buitrago
Pablo López, Sin título, 2012, grabado 4 / 7, 25 x 17,5 cm
H
ay trece personas en la sala de un hospital. Todas sufren taras inconcebibles, deformaciones monstruosas y males insólitos que les condenaron perpetuamente a la esclavitud del dolor. Viven hace tiempo en este lugar, de donde les será virtualmente imposible salir. No reciben cartas ni regalos ni visitas. Así están bien. No obstante, el mundo exterior no les olvida totalmente. Son recordados de tarde en tarde, como habitantes del miedo y el insomnio febril,
víctimas de crímenes innobles e injusticias horripilantes. Acreedores del remordimiento. Están aislados en un círculo mágico, porque ya desecharon la condición humana y aceptaron con naturalidad pertenecer a la estirpe arrogante de los monstruos. No es tan odioso ser una criatura fantástica y quizá de origen mítico, encadenada por retorcidas exigencias a una cama, a un trípode o burbuja plástica, que recibe diariamente el respeto y la comprensión de sus iguales. Es mejor que saberse orate, leproso, mendigo o